29 de abril de 2013

DIBUJAR COMO CRÍTICA


La mejor obra de Scamozzi la construyó a los 26 años. Lo extraño de esa anormalidad fue que no le pasó factura y continuó dedicado con éxito a la construcción de muchas otras villas en las inmediaciones de Vicenza, en los territorios que antes habían copado Palladio y Longhena. 
Podría considerarse a Scamozzi heredero de Palladio. Concluyó alguna de sus obras y su admiración hacia él no dejó nunca de ser evidente y notoria. Pero al contrario que Palladio, que era en realidad un cantero reconvertido desde la más absoluta humildad en un intelectual de musculatura, Scamozzi creció y desarrolló su mucho talento, primero a la sombra de su padre, también arquitecto, y luego entre la élite Veneciana. 
Scamozzi fue un intelectual desde su cuna. Y la creencia de sentirse en un momento histórico irrepetible le hizo además de edificar con talento, escribir un tratado arquitectura de notabilísimo éxito: La idea de la arquitectura universal
Si hubiese que señalar sus aportaciones a la historia de la arquitectura, más allá de sus tratados, o de la atención que prestó a la por entonces novedosa tipología del museo, fue igualmente su capacidad de inaugurar el dibujo como herramienta crítica. 
Y esto puede verse cuando en la planta impresa que hizo de la villa Rotonda, de Palladio, dibujó las escaleras de acceso a la planta nobile partidas por unos extraños vomitorios. Para él, una mejora. 
Esos vomitorios, se puede elucubrar, son una corrección a lo que debiera haber sido la obra de villa Rotonda. También medio en broma, y como diría Jesús Bermejo, en la planta de Palladio, al menos con los vomitorios de Scamozzi, no veríamos ascender como buzos a los huéspedes al acercarse a la villa, bajo el agua de ese eco de la línea del horizonte de los peldaños. Al menos en su aproximarse los visitantes se verían enteros en la totalidad de su recorrido, mientras el anfitrión esperaba bajo la entrada de columnas. 
Y es que no poder penetrar en la villa Rotonda por sus ejes es una declaración de guerra a la centralidad. Y una puerta abierta al dibujo como mecanismo de crítica.

10 comentarios:

D.Melián dijo...

Como dirían en términos deportivos: cortita y al pie.
Fascinante historia que personalmente no conocía, la verdad es que cuesta encontrar cosas interesantes en la red que no sean meras noticias de la actualidad del tipo quién gana tal premio o qué construcción está acabada, echo en falta aportaciones de esta índole que ayuden a generar pensamiento y opinión, pues pienso que es lo que nos sacará de la crisis arquitectónica actual.

Santiago de Molina dijo...

D.Melián,

Muchísimas gracias por tus amables palabras. Gracias por ver en lo escrito un motivo de optimismo.

Un saludo cordial!

Carlos de Rosario dijo...

excelente...me parece fascinante la puesta en crisis de la centralidad axial con esos vomitorios, en un edificio que tal vez sea el paradigma de la centralidad centrífuga...

Santiago de Molina dijo...

Muchas gracias, Carlos!
El mérito en todo caso es del maestro Scamozzi.
Un saludo cordial!

Unknown dijo...

Esplendido artículo. Me ha recordado una enseñanza de mi jefe, un ingeniero de caminos muy culto, cuando yo empezaba en la profesión. Dibujaba el plano de Sevilla a 1:10.000 (hay que sintetizar mucho a esa escala) y al consultarle algo me indicó que, con las pocas líneas que había que trazar en unos pocos centímetros cuadrados para representar aquel espacio urbano, mejorara el diseño. Simplificando, "que me lo inventara". Evidentemente el "invento" era sutil, no se trataba de añadir calles que no existieran, etc.
Una especie de mejora de la realidad ... en el papel.

Santiago de Molina dijo...

Gracias Francisco!
Los dibujos reintentan la realidad. Un saludo

Marco Monge dijo...

Estimado Santiago, muy interesante anécdota. Yo estoy trabajando sobre la critica dibujada en arquitectura en el Perú y di con tu articulo. Me gustaría conocer la fuente, no pude encontrarla.

Saludos.

Marco Monge dijo...

Estimado Santiago, te molesto nuevamente.
Corrígeme si me equivoco. Revise la imagen y no esta en La idea de la arquitectura universal, ni los otros libros de Vincenzo Scamozzi. Pero si lo encuentro en el de Ottavio Bertotti Scamozzi. Y alguna pagina la señala como de su autoría.

Saludos.

Santiago de Molina dijo...

Muchas gracias, Marco.

Santiago de Molina dijo...

Hola Marco, del estudioso Ottavio Bertotti Scamozzi conozco esta planta: http://www.e-rara.ch/zut/content/pageview/3323864 pero ya no aparecen esos vomitorios... Lo que no quita que no lleves razón. Habrá que seguir indagando. Un buen hilo del que tirar. Gracias