13 de enero de 2010

EL VIEJO MUNDO


Vivimos en un mundo viejo, cuando somos aun demasiado jóvenes. En un mundo que tiene adherida una costra que impide empezar nada de cero. Un mundo donde todo aparece ya proyectado, antes incluso de que haya empezado a existir. Todo ya se ha juzgado y criticado, antes de que se haya erigido. Estamos tan atiborrados de imágenes que no podemos ver.
Por eso habrá quien sienta la necesidad de inventarse unos ojos nuevos. Y proyectar como si proyectar fuese algo impracticable. Proyectar por encima de las propias capacidades, con un objetivo fuera de alcance. Pero sentarse y proyectar. Proyectar para hacer que lo no proyectado aun, sea posible.
En cierto sentido, creo que siempre se proyecta lo que no se conoce. Se proyecta para permitir que la arquitectura no pensada aun, se exprese. Dice Marguerite Duras de su escribir: “Si se supiera algo de lo que se va a escribir , antes de hacerlo, antes de escribir, nunca se escribiría. No valdría la pena.
Escribir es intentar saber qué escribiríamos si escribiésemos –sólo lo sabemos después- antes es la cuestión más peligrosa que podemos plantearnos. Pero es la más habitual” (1)


(1) DURAS, Marguerite, Escribir, Tusquets, Barcelona, 2000, pp. 56
 

3 comentarios:

TOKI dijo...

Creo que la costra la tenemos en la manera de mirar. Es la formación del "Arquitecto" con mayúscula. La imagen que eliges ilustra a la perfección otra manera de mirar que Peter Cook tenía allá por el siglo pasado (algunos momentos pasados fueron mucho mejores). Miraba lo construido como "soporte a diluir". Creían en ciudades que con los años se diluirían con lo no construido. Paisajes mixtos que servirían como soporte de eventos y experiencias. En los últimos años en cambio, la discusión se centra mucho más en la "manera de construir el objeto". Es el sindrome Herzog & de Meuron...

Santiago de Molina dijo...

Seguramente lo que consideras el "síndrome Herzog y de Meuron" como un problema de objetualización de la arquitectura es un hecho que cada vez se va a hacer más palpable.

Por varios motivos, entre otros la atención que en la actualidad se prestan en las incubadoras de arquitectos al desarrollo de la producción de imágenes puras, sin repercusiones físicas: Una vez que todo puede ser construido, no merece la pena dedicar tiempo a saber como “debe ser” construido. Es decir la construcción no es un problema, como tampoco lo es la fuerza de la gravedad, ya que todo puede ser sustentado. El concepto de “congruencia” se ha diluido no ya con la ciudad, sino dentro del propio objeto.

Simultáneamnete, creo que se ha dado un tránsito muy importante en este cambio de siglo desde el interés del espacio ensimismado al de la forma entendida como exterior puro. Coincido en ver la figura de Peter Cook como un referente importante, no tanto por su aportación a la arquitectura construida, que parece mucho menos sugerente, como en el campo de la teoría. Especialmente en ese espacio intermedio que para él ocupa la arquitectura, campo de fusión de diseño, paisaje, memoria y percepción sensorial. En especial me gusta el sentido que siempre ha tenido de lo borroso o mejor, de lo nuboso.
Saludos

stepienybarno dijo...

Como le contaba el zorro al principito, “lo esencial es invisible a los ojos, sólo se ve bien con el corazón”, este era el secreto del cuento, pero pensamos que también lo es de la arquitectura.