25 de enero de 2021

LA VOCACION DE LA MATERIA

El ascensor desea ser ardilla que sin esfuerzo trepa al árbol” dice ese gran inventor de conexiones que es Agustín Fernández-Mallo. Hace mucho Louis I. Kahn, se pronunció en términos semejantes en relación a los ladrillos, y hasta mantuvo una conocida y provechosa entrevista con ellos en la que confesaban su propensión a formar arcos y muros. Kahn también había sonsacado a la cocina su voluntad de ser un cuarto de estar y al dormitorio la suya de “ser una casita en si misma”(1)… 
¿Por qué quieren las cosas ser algo distinto de lo que son? ¿Es por ellas o son un espejo del hombre? 
Las cosas sueñan ser. Tienen trasdós.
Y en eso la arquitectura puede ser de ayuda. 
La vocación de la materia es “cobrar vida gracias a la belleza”. La del cedro crecido al sol de la montaña es ser viga del templo. La del acero es mostrar su ligereza y energía... La del hormigón ser el molde que le prestó su forma… Las grandes figuras de la historia han ahondado en esos territorios cuando aparecían ante sus manos nuevas técnicas o materias. Sin embargo aun quedan continentes inexplorados.
¿Quién se ha ocupado del la otra cara de esos elementos secundarios, los más desconocidos o menores? ¿Cuál es la vocación de un felpudo, el dintel de una puerta, de una encimera de cocina o de un simple bordillo? Es ahí donde puede ayudar hoy cada arquitecto. La tarea es, aun, ingente. No es menor hacer que los sueños de las cosas tomen su verdadera forma.

(1) Latour, Alessandra. Louis I. Kahn. Escritos, conferencias y entrevistas, Ed. El croquis, El Escorial, 2003, pp. 66.

4 comentarios:

Unknown dijo...

Para los Mayas,aztecas,mixtecas, debían de ser soñadas todas las cosas para poder realizarse...si no era así no tenían razón de ser

Esteban dijo...

¡Qué potencia tiene esa imagen de Gillespie, Kidd & Coia, qué barbaridad! Sugerente el artículo, desde luego...

Santiago de Molina dijo...

Las cosas son recipientes de sueños, efectivamente. Gracias por tu comentario y saludos

Santiago de Molina dijo...

Gran obra. Un saludo, Esteban, y gracias por tu lectura