Mostrando entradas con la etiqueta PROFESION. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta PROFESION. Mostrar todas las entradas
17 de septiembre de 2012
CUENTACUENTOS
El ser humano es un ser del lenguaje. Esta evidencia, que aun hoy entre el gremio de los antropólogos suscita agrias polémicas, da de comer a la mayor parte de la humanidad. Gracias a la capacidad de comunicación, sobreviven cuentistas, políticos, traductores, sacerdotes y vendedores de todo tipo de productos, incluyendo entre los anteriores, a chamanes, literatos, profesores, y, por supuesto, arquitectos.
Este largo rodeo, que viene a subrayar en realidad lo específico de la arquitectura como acto de comunicación, no hace sino encuadrar este estudio dentro de la rama de las lenguas vivas. Porque, dígase cuanto antes, la arquitectura debería estudiarse en la facultad de lenguas aplicadas, dado que se trata de un lenguaje puro e intachable. (Y lo es, lo sigue siendo, a pesar de ser ya una afirmación ni novedosa, ni actual).
Entender la arquitectura como un ininterrumpido acto de comunicación, - más allá de lo estudiado en los años 60 en las escuelas de arquitectura de medio mundo relacionado con semiótica y estructuralismo-, es subrayar principalmente el valioso significado del dibujo como vehículo entre el manantial interior del que nace, hasta su fluencia como obra construida.
El explicar y explicarse del arquitecto por medio de ese lenguaje altamente codificado que es el dibujo, no significa que éste no deba poseer el garbo y la gracia que se exige a un buen contador de historias. Exige claridad, ritmo y congruencia. La supervivencia del arquitecto está en realidad condicionada a esa capacidad de construir un universo en que el habitante pueda sentirse inmerso, quizá, antes incluso de que la obra se encuentre concluida. A su capacidad de contar correctamente, coherentemente, una historia de arquitectura.
Imprescindible comunicación con la sociedad, con quienes van a ejecutar la obra, consigo mismo, hasta que por fin sea la propia obra la que continúe, en soledad, contando la suya propia.
Como un pedazo de lengua viva, que se altera y en cada interpretación introduce cuestiones de más calado que las planteadas en su origen por ese simple narrador, que a fin de cuentas, a fin de cuentos, es el arquitecto.
Etiquetas:
CONSTRUIR,
DIBUJAR,
PROFESION
9 comentarios:
9 de julio de 2012
ARQUITECTOS A LA CÁRCEL
Antes de la invención del Panóptico o de Piranesi, los arquitectos se han relacionado con las prisiones no solo como proyectistas o egregios invitados, sino como crudos moradores. Y es que los vínculos de los arquitectos con la cárcel vienen de antiguo.
Brunellesqui pasó una buena temporada en una, al ser denunciado por el gremio de canteros y carpinteros florentinos por negarse a pagar las tasas que le daban derecho a erigir la cúpula de Santa María. Salió de prisión del mismo modo que los futuristas tras un accidente de automóvil: bautizado por el espíritu de los nuevos tiempos, como un héroe moderno y solitario.
Jacobo Sansovino fue un devoto residente de tan clásico recinto. En el invierno de 1545, vio como se derrumbaba la bóveda de la sala principal de su Biblioteca Marciana, en plena Piazzetta de San Marcos. Por entonces rico y poderoso, tras pagar con pena de cárcel semejante desaguisado, fue suspendido de sueldo dos años y costeó de su fortuna las reparaciones. Y todo para demostrar que semejante infortunio no había sido debido a su talento, sino a un clima inusualmente frío y lluvioso.
El caso es que ambos, salieron de la cárcel respetados y triunfantes. Ambos antes de tiempo, gracias a unos amigos numerosos e influyentes. Ciertamente, a ambos se lo perdonó la historia.
La cúpula de Miguel Ángel en San Pedro o la Basílica de Palladio, rinden tributo a aquellas penas.
Profesión envidiosa y artera, desde siempre ha pagado con sonrisas y cuchicheos los talentosos desplomes ajenos. Ante ruinas imprevistas solo caben los murmullos y, hoy, las compañías de seguros. Y ambas saben poco de genio.
Definitivamente los arquitectos van ya poco a la cárcel por nobles motivos.
Etiquetas:
CONSTRUIR,
PERSONAJES,
PROFESION
4 comentarios:
23 de abril de 2012
LA EQUIVOCACIÓN NECESARIA
La arquitectura siempre ha transitado sobre un amigable y extenso sendero de incertidumbres. De entre toda esa larga lista de inseguridades, quizás la más representativa sea una que siempre acecha en el interior de cada proyecto: el instante en que aguarda la equivocación necesaria.
Esa disposición a aceptar el error como acompañante, incómodo pero ineludible, es uno de los primeros y más productivos aprendizajes para el arquitecto. Saber sobreponerse a esos desaciertos no es por tanto un acto de heroísmo o de fortaleza. Asumir esa mortificación, no es siquiera un rasgo heroico, sino un acto connatural a lo que significa su oficio: “Ves que esta equivocación es estúpida, garrafal, humillante; pero es necesaria porque, suponiendo que al final haya una solución relativamente buena, esta equivocación es un escalón que no puede faltar. Si falta este escalón, falta la solución. Por ello digo que nunca hay que borrar. Nunca hay que utilizar la goma porque hace desaparecer quizá errores muy importantes en la búsqueda de una solución” (1).
Estar dispuesto a transitar por lugares inhóspitos o equivocados es imprescindible antes de llegar a los paisajes memorables. Tras los asaltos, tachaduras y rechazos, a veces se desgaja una línea muy clara, una solución esencial, que deja paso a una nueva vía que antes del error no hubiésemos percibido.
Una vez hecho el aprendizaje de esa “equivocación necesaria” es más sencillo, que no más soportable, convivir con el resto de ese sargazo de incertidumbres que rodean el quehacer diario del arquitecto.
(1) SORIA, Enric, Conversaciones con J.A. Coderch de Sentmenat, Editorial COAATM, librería Yerba y CajaMurcia, Murcia, 1997, pp. 49
Esa disposición a aceptar el error como acompañante, incómodo pero ineludible, es uno de los primeros y más productivos aprendizajes para el arquitecto. Saber sobreponerse a esos desaciertos no es por tanto un acto de heroísmo o de fortaleza. Asumir esa mortificación, no es siquiera un rasgo heroico, sino un acto connatural a lo que significa su oficio: “Ves que esta equivocación es estúpida, garrafal, humillante; pero es necesaria porque, suponiendo que al final haya una solución relativamente buena, esta equivocación es un escalón que no puede faltar. Si falta este escalón, falta la solución. Por ello digo que nunca hay que borrar. Nunca hay que utilizar la goma porque hace desaparecer quizá errores muy importantes en la búsqueda de una solución” (1).
Estar dispuesto a transitar por lugares inhóspitos o equivocados es imprescindible antes de llegar a los paisajes memorables. Tras los asaltos, tachaduras y rechazos, a veces se desgaja una línea muy clara, una solución esencial, que deja paso a una nueva vía que antes del error no hubiésemos percibido.
Una vez hecho el aprendizaje de esa “equivocación necesaria” es más sencillo, que no más soportable, convivir con el resto de ese sargazo de incertidumbres que rodean el quehacer diario del arquitecto.
(1) SORIA, Enric, Conversaciones con J.A. Coderch de Sentmenat, Editorial COAATM, librería Yerba y CajaMurcia, Murcia, 1997, pp. 49
Etiquetas:
FORMATIVIDAD,
PROFESION,
RESISTENCIAS
9 comentarios:
15 de abril de 2012
ARQUITECTO BUSCA EMPLEO
Es fama, -y triste consuelo de
arquitectos cincuentones-, el caso siempre pertinente de Louis Kahn para
referirse al comienzo de una carrera tardía. Porque de todos es sabido que Kahn
comenzó a construir tras permanecer más de veinticinco años sin haber levantado
ni un mísero proyecto digno de consideración.
La historia quiso que terminase su
carrera prácticamente a la vez que la gran depresión del 29 daba comienzo la
suya. Para intentar sobrevivir a la crisis, además de asociarse con arquitectos
de nombres olvidados, ponerse a las órdenes de otros tantos, y buscar empleos
municipales, en un momento dado reunió una treintena de compañeros también en
paro, con la intención de teorizar sobre la vivienda obrera y dar solución al
por entonces galopante chabolismo de
Filadelfia.
Años después el choque con Roma
supuso su propia caída del caballo y le catapultó hacia si mismo. El éxito
libera a algunos arquitectos de tener que dar explicaciones de las zonas más
sombrías de su pasado.
Sin embargo, en una ocasión, Alison
Smithson le preguntó sin tapujos sobre esa espera de cinco lustros sin
encargos: “¿Qué hacías en la década de 1930, Lou?”. El le contestó: “¡Vivía en
una ciudad llamada Le Corbusier!”.
Peter Smithson, que por cierto
tampoco tuvo precisamente una carrera muy prolífica, apostillaba: “¡Qué
fantástica respuesta! Sin trabajo se vive en una vida de investigación, de
placer y de esfuerzo ajeno”. “Siempre
digo que se tarda veinte años de la idea a la realización de un edificio.” (1)
Las mejores lecciones, en momentos
difíciles, las dan siempre los maestros.
(1) SMITHSON, Peter, Conversaciones
con estudiantes, Gustavo Gili, Barcelona, 2004, pp. 31
Etiquetas:
PERSONAJES,
PROFESION
10 comentarios:
19 de diciembre de 2011
LISTAS NEGRAS
Aun de estudiante, guardo recuerdo de un hecho que me dio pie a pensar en la inminente y radical transformación que iba sufrir el mundo de la arquitectura respecto a sus figuras. Ante un auditorio desbordado, al finalizar una conferencia, saltaron por encima de los asientos docenas de estudiantes, dispuestos a obtener un breve dibujo o un autógrafo del feliz conferenciante. El jaleo fue tan monumental como la enseñanza que de allí se podía extraer. El arquitecto era Mario Botta. La enseñanza nos la otorgó el tiempo.
Uno se pregunta hoy dónde fueron a parar esos autógrafos o aquellos dibujos. O qué piensan de él los que por entonces saltaron ávidos sobre aquellas butacas.
Botta ha pasado de la gloria de ser un digno heredero de Kahn y lo más serio de la posmodernidad, a una inédita lista negra de arquitectos innombrables. Quién cite su figura en determinados círculos puede recibir una sonrisa condescendiente. Si tiene suerte.
Otro tanto puede decirse de Robert Venturi. Tadao Ando ha oscilado sin compasión de las listas negras a las doradas y viceversa... Igual ha sucedido con los hermanos Krier, Ponti, Stirling o Paul Rudolph, (que curiosamente fue arrastrado a una lista negra por unos injustos comentarios de Venturi). Pero incluso Le Corbusier durante una generación entera fue mirado como el responsable de todos los males y de todas sus porquerías.
Pregunté hace poco a un arquitecto recién licenciado que arquitectos y obras le eran más afines. Me contesto: “sobre todo no Calatrava”. Para qué hablar sobre las diferentes y desiguales etapas de su obra. Si uno hubiese preguntado que obras de Calatrava conocía, la respuesta seguramente hubiese sido: “¿De Calatrava?, ¡Sobre todo ninguna!”. El gesto era grave. En realidad Calatrava importaba poco, lo que no quería es que se relacionase su nombre con el de alguien que ocupaba una lista negra.
¿De dónde, de qué lugar mana la energía de estas listas negras?. Si en literatura su origen puede encontrarse en los salones, en arquitectura proceden de los promiscuos y endogámicos círculos académicos. “En poco espacio se amontona toda una clase intelectual que no hace otra cosa que emitir opiniones; no las propaga mediante estudios críticos o sabios debates, sino mediante astutas fórmulas que deslumbran, juegos de palabras, brillantes perrerías”, dice Kundera de la literatura francesa del siglo XX.
Una comisión de titularidades, una reunión de arquitectos en un pasillo, es una bomba de relojería. “¿Fulanito?, te dirá alguien inteligente en un aparte, mirándote fijamente a los ojos. Luego con una larga y ahogada sonrisa añadirá: “un constructor de la nada...”
Etiquetas:
NOMBRAR,
OCULTAR,
PROFESION
6 comentarios:
2 de diciembre de 2011
¿CÓMO SE HACE UN PROYECTO?
“¿Cómo se hace un proyecto?”. Pregunta que ningún arquitecto se hace ya a si mismo porque es una cuestión genérica y lo genérico es lo contrario a su oficio. Pregunta cargada de la inocencia del “aun no arquitecto”, que busca un atajo que le libre de algo del imprescindible sobreesfuerzo que requiere averiguarlo. Pregunta de voluntarioso “enseñante” por comunicar lo único importante, aunque quizás lo único incomunicable.
Cuestión imposible y no por ser oscura sino por ser de trasmisión inútil. Como tampoco pueden transferirse las cicatrices dejadas por la propia vida, y esperar que alteren un ápice la vida de los demás. (Quizá, a lo más, se pueda narrar como se hizo arquitecto uno mismo. Y eso apenas tiene importancia ni siquiera como inmodesto relato autobiográfico).
Hablar de cómo se hace un proyecto lo deja todo, con suerte, en una hermosa metáfora o en algo críptico y fantasmagórico, (aun sin serlo de ningún modo).
No obstante puede enseñarse el oficio. Puede aprenderse la técnica. Pueden trasmitirse las herramientas y su digno manejo. Sabemos que “enseñar” es dar señales, es decir, marcar direcciones. Así, el mejor docente sería tan sólo una rigurosa y concienzuda guía de viaje.
“¿Cómo se hace un proyecto?”. ¿Basta saber que cada nuevo proyecto hace esa misma pregunta a su autor?. De lo demás, ¿vale la pena hablar?.
Etiquetas:
OBSESIONES,
PROFESION,
VER
9 comentarios:
5 de julio de 2011
PARÁSITO SAGRADO
Para el dedicado a proyectar, llega un momento feliz en que la Arquitectura deja de ser un simple juego, un pasatiempo, o un deporte que se practica en tiempo de asueto.
De pronto para unos pocos, en un instante de su formación o de su práctica, la Arquitectura se convierte en una dedicación exclusiva y excluyente, una prioridad a la que nada puede anteponerse. Repentinamente, pasa a ser una actividad perenne, algo que ocupa e inunda la existencia. Como una esclavitud jubilosa.
La vocación habita entonces al arquitecto. Igual que un gusano habita un estómago:“El gusano había penetrado en mi corazón, y yacía enroscado en mi cerebro, mi espíritu, mi memoria.” Dice Thomas Wolfe de su propia vocación de escritor.
La imagen de sentirse habitado por un parásito no es novedosa pero sí certera. Vargas Llosa compara ese gusano con cualquier vocación tomada con suficiente seriedad: Cualquiera que haya visto semejante tormento en el estómago de una persona sabe de ese horror. “Una vez que la solitaria se instala en un organismo se consubstancia con él, se alimenta de él, crece y se fortalece a expensas de él, y es dificilísimo expulsarla de ese cuerpo del que medra, al que tiene colonizado.”
Después, el crimen contra ese instante no consiste en producir arquitectura imperfecta. Ni siquiera construir o proyectar sin descanso.
El crimen auténtico quizás sea el dejar de alimentar ese sagrado parásito: fuente de optimismo para todo Arquitecto.
Etiquetas:
OBSESIONES,
PROFESION
No hay comentarios:
4 de abril de 2011
TRABAJOS MENORES
Es hermoso ver a Siza ocupando el
tronco de un árbol generacional de arquitectos sin parentescos de sangre, pero
con lazos aun más sólidos, por voluntarios y recíprocos. Discípulo de Távora y
maestro de Souto de Moura, se trata de algo semejante a la producción y el
aprendizaje de la arquitectura del gótico. Cada maestro heredaba una obra ya
comenzada y su obligación era doble, de continuidad pero también de
responsabilidad hacia el porvenir.
En esa cadena, los insignificantes
trabajos menores, son una necesidad donde mostrar el talento, no una opción. Si
aquí por ejemplo, una escalera para dar acceso a una casa dividida
repentinamente en dos propiedades, parece poca cosa, la oportunidad de
introducir una puerta a mitad de camino; una puerta para esa recién nacida casa
en el piso superior, refleja, tal vez, algo de la grandeza de saberse en un
mundo donde todo trabajo cuenta.
Por esa puerta-escalera casi
despreciable, Álvaro Siza no es conocido, seguramente porque es una de sus
obras menos reseñadas y pequeñas, pero como los antiguos maestros canteros en
la talla de aquellos capiteles góticos, en sus monstruos y gárgolas
amenazantes, Siza, sabe, que es precisamente en lo que no cuenta para nadie más
que para uno mismo, donde se esconde el diferencial talento del maestro.
Y por tanto los éxitos de los
discípulos son propios.
No conozco otro arquitecto con
dos Pritzker.
Etiquetas:
PERSONAJES,
PROFESION,
TRANSITO
18 comentarios:
28 de marzo de 2011
PACIENCIA
Todas las obras completas, ocultan, entre sus logros, vacíos elocuentes. Ciertos vacíos temporales, sin obra, sin producción y sin resultados tangibles, marcan la trayectoria de un arquitecto tanto o más que lo construido. Como los anillos acumulados de un árbol seccionado, esos vacíos, como inviernos, estructuran y endurecen el tronco y permiten su crecimiento futuro.
Tan importante para esa panorámica de la obra de un arquitecto, es lo no hecho. Y es en lo no hecho donde se oculta la esencia de sus intereses y la concentración de sus energías hacia su posterior obra.
Esos periodos son ejercicios de fe y paciencia, en uno mismo pero sobre todo en la Arquitectura. Velar la Arquitectura en esos periodos, tal vez sirva para luego no precipitar las formas, ni las ideas, ni los trabajos. Lo cual es mucho presumir. Pero sobre todo esos periodos son exámenes para no claudicar. Mirad los años en que el prolífico Wrigth o Le Corbusier, no tuvieron trabajo, o Gropius, o Kahn, o Mies... Esos intervalos, resultaron, sin duda, más provechosos, - bien ideológicamente, bien para la construcción de sus mitos, o bien como simple carrerilla o trampolín-, que otros plagados de obras quizás prescindibles.
“La estrategia de no convertirse en un paranoico por el hecho de no tener trabajo, y ser capaz de continuar investigando en tu profesión y aprendiendo, es la verdadera estrategia de supervivencia. Si hacemos memoria -hablar de la biografía de los demás es más fácil que hablar de la tuya- arquitectos magníficos, como Coderch, o el mismo de la Sota, hacían un edificio cada cinco años. Esto se dice muy fácil, pero, cuando te toca a ti, es otra historia.”
Etiquetas:
PROFESION,
RESISTENCIAS
14 comentarios:
7 de febrero de 2011
LOS RUIDOS DE LA CIUDAD
La orquesta “intonarumori” (entonaruidos) de Luigi Russolo y Ugo Piatti, producen el mismo pasmo que los inventos voladores de Leonardo, las primeras bicicletas, o las cometas de Alexander Graham Bell.
Los dos músicos, ante esas cajas parlantes capaces de generar una música que nadie estaba preparado para oír hace casi cien años, se asemejan a dos artilleros capaces de lanzar al mundo silbidos, gorgoteos, zumbidos, crepitaciones y estruendos inauditos.
La forma de esos objetos les da la apariencia de funcionar de un modo reversible. Son como bocas y antenas, capaces de emitir y recibir. En principio nada que ver con el mundo de la música como era entendida por entonces, y menos aun con la arquitectura.
Sin embargo aquello era una orquesta en toda regla, y por si fuera poco una orquesta de arquitectura. Los ruidos emitidos por esas cajas son los ruidos de las cañerías, de los desagües, son los zumbidos del tráfico y de los automóviles, las voces apagadas tras las paredes. Son los ruidos de una ciudad. Son los murmullos de la arquitectura.
También ésta tiene perfumistas de sus sonidos.
Gusta pensar a uno que eso es prueba de que, tanto en el pasado como en el futuro, con o sin arquitectos, la Ciudad y la Arquitectura seguirán teniendo amantes.
Etiquetas:
ESCUCHAR,
MATERIA,
PROFESION
No hay comentarios:
1 de octubre de 2010
LA HERENCIA: GOTTFRIED BÖHM
Nadie recuerda ya que Gottfried Böhn recibió el premio
premio Pritzker el año 1986. El jurado, formado entre otros por Legorreta,
Kevin Roche y Fumihiko Maki, destacó además de las virtudes de su obra, otras
no menos sorprendentes para la obtención de semejante premio: su familia.
Y es que Gottfried Böhn además de arquitecto, era hijo,
nieto, bisnieto, marido y padre de arquitectos.
Lo mejor de su carrera longeva, sólida y desigual no solo
recoge la herencia familiar injertada de manera indeleble en algún recóndito
cromosoma, sino la del expresionismo, la Glasarchitektur y Paul
Scheerbart. También, lo mejor de las iglesias alemanas, muchas de ellas obras
de su propio padre, y de Rudolf Schwarz, con quien colaboró en alguna ocasión.
Que las formas cristalinas de la arquitectura expresionista
evolucionaran hasta convertirse en enormes masas de hormigón es quizás una
cuestión menor. La Iglesia de peregrinaje de María, Reina de la Paz, en
Velbert-Neviges, es una de las obras maestras más injustamente desconocidas del
último cuarto de siglo XX. Junto a ella, el Ayuntamiento de Bergisch
Gladbach-Bensberg, La iglesia de Santa Gertrude, la de Cristo
Resucitado en Melaten, o incluso una de sus primeras casas de 1955,
influenciada por su encuentro americano con Mies, son todas sorpresas que no
restan mérito a unos últimos años plagados de otras obras con el regusto dulzón
del lenguaje posmoderno.
La nobleza para un oriental posee un rasgo bien diferente
que para nosotros. Si en Occidente la nobleza se proyecta desde el pasado como
una herencia, para el oriental en cambio ésta se dispara en sentido contrario,
y debe ser conquistada por los hechos del presente. De modo que son las hazañas
de las generaciones vivas las que ennoblecen la estirpe. Cuanto mayor sean
éstas, a más ancestros se prestigia. Hay quien prestigia al padre y quien lo
hace hasta el quinto abuelo.
Gracias a las obras de Gottfried Böhn, tal vez el décimo o
el vigésimo de sus ancestros debieran aun recibir honores de arquitecto.
Etiquetas:
PERSONAJES,
PROFESION
2 comentarios:
23 de agosto de 2010
IGNAZIO GARDELLA Y LA MATERIA
La figura de Ignazio Gardella se yergue aun ante nosotros
como un recordatorio de lo que en un tiempo significó verdaderamente ser
arquitecto.
Descendiente de cuatro generaciones de arquitectos, Gardella
ejerce la elegancia con la naturalidad del que está acostumbrado a elegir
siempre bien. No solo traje y corbata. También el gesto y la forma de su
arquitectura. Gardella sabe demasiado bien donde se da esa elegancia, que es
signo de civilización y siente “un tierno, trépido respeto por una misteriosa
vida anterior al edificio”.
Entre los muchos puntos de aproximación a su obra, cabe el
estudio de la amplia relación de su arquitectura con la historia. Un proyectar
que descubre con receptividad la forma más que imponerla. Una obra cuya poética
supera su temática. Un tipo de modulación usada más allá del mero ritmo y
orden.
No obstante cabe también acceder al núcleo duro de Gardella
como una experiencia puramente física y táctil. La materia es en su arquitectura fuente de una
sensualidad inusitada y trascendente. Así, en su “Casa alle Zattere”,
-seguramente su obra más compleja y penetrante-, los huecos, el color y hasta
los balcones, rezuman densidad, el plano de fachada se esponja, ganando
profundidad gracias a la luz y trasformándose en espacio. Argan encuentra en
esta obra motivos semejantes a cierta música de Stravinski, más por el logro
del vibrato en la materia que por su pura composición formal.
Junto a ella, el terragnesco Dispensario Antituberculoso,
donde los filtros en celosía hablan de la hondura de una piel calada y
aérea. Las viviendas Borsalino, -viviendas que Coderch honra e
idolatra-, y cuyas ventanas son un monumento dispuesto para ser acariciado con
las manos y la mirada. O la amurallada y regia Facultad de arquitectura de
Génova, donde lo inexpugnable y áspero de los machones se constituye por
medio de la repetición de un logrado motivo espacial y urbano.
En Gardella cada material cambia de fase: La piedra, el
terrazo o el enlucido no son solo materiales con sus nombres y características,
son materias en segundo grado. Son rugosidades, tegumentos, y calados, con su
historia y su densidad. En Gardella incluso el color no es color, sino textura
y materia. El color es un resultado de una calculada dureza, porosidad o
discontinuidad, inseparable de su profunda razón constructiva.
Francesco Dal Co, encuentra en Gardella herencia de la
arquitectura de Loos. Su figura entronca en la modernidad las claves de la
arquitectura renacentista, dice Rafael Moneo. No han perdido vigencia, aun con
ser las primeras, las palabras de Gulio Carlo Argan sobre su obra, donde es
tratado con atemperada admiración. Los escritos sobre su figura son muchos,
casi todos precisos e inteligentes.
“`Hay que trabajar con los medios que se tiene al alcance´:
obvio, pero este precepto no lo es tanto para los arquitectos. Les parece una
invitación al realismo, a la modestia y a la moderación que no todos están
dispuestos a asumir, como en cambio sabía hacer Ignazio Gardella, el último
patriarca de la arquitectura Italiana.”(1)
“Por mi parte, yo nunca espero nada bueno de un artista que
sutiliza en cuestión de formas y colores, sin proponerme una elección
verdaderamente meditada de las materias empleadas: porque es el material mismo
de los objetos (y no en su representación plana) donde se halla la verdadera
historia de los hombres”(2)
(1) DAL CO,
Francesco, “Recuerdo de Gardella”, en Ignacio
Gardella, 1905-1999. Arquitectura a través de un siglo, Electa, Madrid,
1999, pp.15
(2) BARTHES, Roland,
“Las enfermedades de la indumentaria Teatral”, Ensayos críticos, 2002,
(1964), Seix Barral, Barcelona, pp.74
Etiquetas:
PERSONAJES,
PROFESION,
TIEMPO
2 comentarios:
16 de junio de 2010
LA TERCERA VIA
Contrariamente a lo que se piensa, en arquitectura siempre
existe un camino intermedio entre el hacer las cosas bien y hacerlas mal: No
hacerlas.
Este principio, de uno de los mejores arquitectos sin obras
completas, Perogrullo, amordazado cada vez que aprieta el hambre, debiera estar
bien presente antes de aceptar cualquier trabajo. Evaluar, sin ambages, si en
cada tarea existen posibilidades ciertas de hacer las cosas bien. Si las
capacidades propias, el contexto o la ejecución ofrecen honestas opciones de
mejora de lo existente.
La omisión para el arquitecto no es pecado, sino virtud.
Cada cual hasta el límite de sus fuerzas, la omisión es la tercera vía de
rendir tributo a su oficio.
En este mundo que aplaude al realizador inmoderado, no
conviene excederse en las realizaciones – que siempre son muchas-. Hacer lo
poco que se crea conveniente es lo sensato, y blandir ese poco contra el muy
productor o el muy reproductor, para que sepa que la indiferencia por la realización
continua es prueba de que no se está en la inopia. Si no en otra cosa.
Etiquetas:
PROFESION,
RESISTENCIAS
4 comentarios:
10 de junio de 2010
PPP. ARQUITECTO
“Lo que tenga de personal cualquiera de estas obras ha de
surgir discretamente, ha de producir una sensación de agradable intimidad, más
que una sorpresa o una agresión. En este aspecto me declaro antigenial,
antidogmático, y manifiesto un gran respeto por tanta arquitectura anónima que
ha creado ciudades y pueblos cuando no eran necesarios los manifiestos ni había
que degradar el estilo anterior par sentirse más seguro de lo propuesto.”
(1).
Pepe Pratmarsó i Parera (PPP) era una figura del pasado ya
en su propio tiempo. De un pasado en que ser arquitecto, llegó a decir, también
suponía saber llevar con dignidad un smoking. Recibir una educación
“progresista y sensata, deportista y literata, nacionalista y cosmopolita,
izquierdista y elitista” según Oriol Bohigas, le permitió, antes de concluir la
carrera, haberse situado en aquella sociedad catalana de preguerra, gracias a
haber triunfado en algún campeonato deportivo, haber dado un concierto de
violonchelo y hacer expuesto su obra pictórica en la galería Syra. Elegante,
culto, refinado, amable, brillante y extravertido, un paralelo a lo que en
Italia fue Ignazio Gardella, aunque sin su talento, son adjetivos muy usados
por aquellos que le conocieron. Sin embargo declararse "antigenial" y
"antidogmático" es incendiario.
Su carrera como arquitecto se jalona con puestos municipales
en Centelles y Tarrasa, donde no cosechó éxitos. Presidente del grupo R,
docente con Coderch, y al final y tardíamente, arquitecto personalísimo cuando
se retiró a su masía de Montrás y se hizo con la clientela adecuada, en casitas
sutiles de una arquitectura tranquila y discreta.
Obras que hoy no podemos considerar a una altura equivalente
a la de otros miembros del Grupo R, que no serán reseñadas como referencias
indispensables en ninguna escuela de arquitectura, y en las que sin embargo su
ausencia de gestos han prorrogado su interés con el paso del tiempo, y han
convertido a su autor en una de esas figuras de fondo sobre las que se asienta
el buen hacer y la sensatez de la arquitectura de los años 60 y 70.
(1) AAVV, Josep Pratmarsó i Parera, arquitecte, COAC,
Barcelona, 1998, pp. 88
Etiquetas:
PROFESION,
SENCILLEZ
No hay comentarios:
1 de junio de 2010
PRECISION
Cualquiera sabe que es mucho más difícil producir obras
precisas que obras hermosas. Ese tipo de precisión no coincide con la pulcritud
extenuante del detalle milimétrico, ni con lo soporífero de lo bien acabado.
Esa precisión es más bien una toma de postura, un esfuerzo sostenido por
ajustar el mecanismo de la forma arquitectónica para librarla de roces y
ruidos. Una especial disposición que busca la congruencia por medio de la
exactitud.
La Neue Nationalgalerie de Mies, el Couvent
Sainte-Marie de la Tourette de Le Corbusier, o el Burgerweeshuis de
Van Eyck, emiten solo el imperceptible zumbido de la coherencia.
Las obras precisas, como las buenas máquinas, son
silenciosas.
Etiquetas:
ELEGIR,
PROFESION
4 comentarios:
28 de mayo de 2010
CEREMONIAL
En cada ocasión en que se proyecta se actualiza una
ceremonia que nos conecta con aquellos que proyectaron antes que nosotros. Cada
proyecto celebra el proyectar en un arco de miles de años que atraviesa el
tiempo. Semejante al que conecta Altamira, Velázquez, Matisse con aquel que
embadurne, consciente de lo que eso significa, un color sobre una superficie.
Cuando proyectamos nos medimos con todos aquellos que
proyectaron antes de nosotros. Súbitamente, son rivales y son hermanos. De esa
repentina parentela recibimos una herencia que nos reúne a todos en un círculo
intemporal que nos lanza al futuro. No es todo. El regalo de pertenecer a ese
círculo equipara en obligaciones y responsabilidades, pero no te iguala a
ellos.
Etiquetas:
PROFESION,
TIEMPO
2 comentarios:
3 de mayo de 2010
ATAVISMO
En cada obra, en cada acto humano siempre se encuentran las
huellas dactilares de otros hombres. Los arquitectos olvidados alimentan lo que
hacemos. Esa paternidad secreta que recorre la arquitectura, hace ignominiosa su
ignorancia. Cargamos sobre nuestras espaldas con la herencia del forzoso
atavismo arquitectónico que nos alimenta y nos provee de verdadera libertad.
Negar esa levísima carga de pasado que posee cada trazo, cada
material, o cada uso, amputa felices posibilidades al proyectar. La mera
utilización de cierto material de dibujo, la mera visión en secciones o
perspectivas, o el simple formato del papel, son parte de su herencia.
Lo queramos o no, somos hijos de generaciones de arquitectos
cuyos nombres, para la mayoría, no son ya más que parte de ese ruido de fondo
de la arquitectura, en edificios inextricables y desconocidos. Sin embargo,
sobre ese sustrato alimenticio han crecido los maestros que hoy nos acompañan,
y sobre ese suelo fértil crecerá el futuro, una vez que nuestra generación haya
pasado, nuevamente, a engrosarlo como una parte más de la ciudad que habitamos
“Cuando grito, no
grita mi yo para decirse.
Cuando lloro, quien llora dentro de mí es cualquiera,
y es tan sólo en los otros donde vivo de veras.
Mis cantos son los cantos rodados que una mansa
corriente milenaria suaviza y uniforma,
y el murmullo del agua los va deletreando.”(1)
Cuando lloro, quien llora dentro de mí es cualquiera,
y es tan sólo en los otros donde vivo de veras.
Mis cantos son los cantos rodados que una mansa
corriente milenaria suaviza y uniforma,
y el murmullo del agua los va deletreando.”(1)
(1) CELAYA, Gabriel, “Pasa y sigue”, Paz y concierto,
1953.
Etiquetas:
PARTICIPACION,
PROFESION,
TIEMPO
6 comentarios:
15 de marzo de 2010
CUESTION DE FORMA
Barthes recuerda claramente la
respuesta de Valéry cuando le animaban a publicar los cursos del Colegio de
Francia: “La forma cuesta cara”.
La forma exige un trabajo ingente
en el sentido más artesanal de la palabra; trabajo de limpieza de las
significaciones incrustadas y de pulido de las imprecisiones que causan
peligrosos extravíos y esclavitudes.
La forma cuesta cara, y eso sin
hablar siquiera de dinero.
Cuando la forma arquitectónica
parece más libre que nunca de la necesidad de conservar la huella del trabajo
que la moldeaba, que parece libre del lugar y de las dificultades de su
construcción, incluso de la relación entre la obra y el autor, consolidando su
condición de objeto individual y eliminando los lazos biográficos que mantenía
con el arquitecto en términos de continuidad y pertenencia, la forma resulta
más cara que nunca.
Libre de esas cadenas históricas,
el conjunto de las formas ha pasado a constituirse en un sistema equivalente al
de la moda o al del mercado automovilístico, donde la acumulación exponencial
de objetos exclusivos apenas contribuye a percibir una imagen de lo realmente
contemporáneo y aplaza la tarea crítica de hallar lo valioso al paso del
tiempo.
Pero la forma cuesta cara, y al
igual que los vástagos que uno arroja al mundo tienen derechos, existe un tipo
especial de responsabilidad sobre las imágenes o las obras de arquitectura. Es
un derecho que emana de lugares profundos y que se plasma, cuanto menos, en la
voluntad de reconocimiento y prestigio que el arquitecto reclama a la sociedad
por medio de la forma.
Etiquetas:
PROFESION,
TIEMPO
No hay comentarios:
1 de febrero de 2010
SOBRE SOSTRES
Entre 1941 y 1944, salen de la
escuela de arquitectura: Cabrero, Valls, Aburto, Coderch, Fisac, de la Sota,
Moragas, Fernández del Amo, y Sostres. Para ninguna otra generación de
arquitectos españoles, el movimiento moderno resultó tan influyente.
De todos, la figura de Sostres
es, con mucho, la más oscura pero no la menos brillante. Se le ha marginado,
santificado, y vuelto a olvidar, en un proceso cíclico y continuo debido a
varios motivos: lo irregular de su producción, la visceralidad de la crítica y
su silencio.
Cuando parecía que entraba por la puerta grande de la madurez, extrañamente, dejó de producir arquitectura. Vienen a la mente otros casos famosos: Berthold Lubetkin dejó la arquitectura para acabar dedicándose a la cría de cerdos en una granja de Gloucestershire durante más de veinticinco años (1). Rimbaud pasó de genial poeta adolescente al abandono, incluso al aborrecimiento vital de la palabra escrita. Marcel Duchamp, dejó de pintar, de repente, durante más de veinte años, y poco antes de morir, descubrió su obra Dados...
Cuando parecía que entraba por la puerta grande de la madurez, extrañamente, dejó de producir arquitectura. Vienen a la mente otros casos famosos: Berthold Lubetkin dejó la arquitectura para acabar dedicándose a la cría de cerdos en una granja de Gloucestershire durante más de veinticinco años (1). Rimbaud pasó de genial poeta adolescente al abandono, incluso al aborrecimiento vital de la palabra escrita. Marcel Duchamp, dejó de pintar, de repente, durante más de veinte años, y poco antes de morir, descubrió su obra Dados...
En el repertorio de Sostres
aparecen dos obras verdaderamente importantes y algunas notables. Solo por la
casa Moratiel y el Noticiero Universal su figura merece atención.
Un aperitivo para aquel
interesado en su obra es este interior de la casa Moratiel. Entre la obra
proyectada y la fotografiada por Catalá Roca, en un espacio modesto pero lleno
de intenciones, aparece un radiador en medio del salón: raspa o el esqueleto del
armario que debió ser en un instante anterior en el proceso de gestación de la
forma. Alguien ha señalado que las líneas verticales del radiador juegan con
las del enlistonado del patio. El conjunto es, sobre todo, una valiosa
escultura de luz y sombra en el espacio, digna del mejor Moholy-Nagy. Interesa
de esos restos abandonados que hablan de las contingencias del proceso de
proyecto y de un arquitecto deudor de su tiempo. En un tiempo, ya pasado pero
memorable, donde la contención de las respuestas era tan elocuente como las
mismas preguntas:
“´El arquitecto medio, a falta de modelos seguros, acaba
por ser influenciado por las manifestaciones más vistosas, o sea por la moda,
interpretando así la arquitectura moderna como el enésimo estilo decorativo y
perdiendo de vista los hechos que preceden a la creación de toda forma´. La
verdadera obra de arte nace de un acto selectivo de autolimitación, y éste es
un buen camino para llegar a la perfección, en términos artísticos”.(2)
Estas palabras tienen más de 50 años. No es Sostres arquitecto del que valga un ligero aperitivo.
Estas palabras tienen más de 50 años. No es Sostres arquitecto del que valga un ligero aperitivo.
(1) GARCíAS, J., Carlos, y MEADE, M.K., “Les pingouins et
les hommes”, en VVAA. Lubetkin, Bruselas,
1983, pp. 13
(2) SOSTRES, José María, Opiniones
sobre arquitectura. Comisión de cultura del Colegio Oficial de Aparejadores
y Arquitectos técnicos, galería Yerba;
Consejería de Educación y Cultura de Murcia. Colección de arquitectura nº 10,
Murcia, 1983. pp. 66
Etiquetas:
PROFESION,
SENCILLEZ,
TIEMPO
5 comentarios:
16 de diciembre de 2009
EL PROFESOR
El vocablo griego que designa la educación es el mismo que
se emplea para hablar de la juventud: paideia, paidos. Teniendo eso
presente, la tarea del profesor sería sencilla: solo debería ser un fiel
intermediario entre esos dos sentidos de la palabra.
El profesor es pues alguien que se interpone, un dique
frente a lo inmediato y superfluo. Una figura que debe ayudar a elevar la
mirada y a afirmarse por alteridad, por oposición, para que el alumno sea capaz
de comprenderse mejor a si mismo. También alguien que despierta en él la
codicia por saber, con el escepticismo necesario hacia lo que eso significa.
Decía el ilustre Juan de Mairena, que un profesor no es solo el que enseña,
sino el que enseña a dudar de lo que enseña.
El aprender es un acto individual, pero el enseñar requiere
de oficio y método. Quetglas dice que la arquitectura se enseña en-señando, es
decir, dando señas que hagan ver: “Escoge. Deserta las aulas. No vayas a clase.
Que queden vacías. Ve a la biblioteca –ellos [los profesores de verdad] te
esperan”.(1)
Ahí tenemos al profesor Louis Kahn para enseñarnos una
última lección. En un aula se pueden decir muchas cosas, pero no es fácil
imaginar el clima adecuado para formular la arquitectura como el transito del
silencio a la luz. Seguramente se trata de lo más importante que puede
aportar: más que persuasión o entusiasmo, ser capaz de favorecer una
temperatura, una atmósfera auténtica, donde esas palabras inflamen el aire,
como fuego sobre las cabezas de los oyentes.
Más que pedagogía, hay profesores que solo necesitan esa
meteorología.
(1). QUETGLAS, Josep,
Pasado a limpio II, Ed. Pretextos, Valencia, 1999, pp. 172
Etiquetas:
PROFESION,
VER
No hay comentarios:
Suscribirse a:
Entradas (Atom)