6 de julio de 2020

LOS OBJETOS SERVIDORES


Junto a las alfombras, las escobas son un icono persistente de los viajes y de la magia. También de la limpieza doméstica. En la pintura del siglo XVII las escobas habitan los cuadros de Vermeer y de Pieter de Hooch como personajes a punto de hablar. Hoy las aspiradoras han jubilado esos palos y sus varillas pero en su esbeltez austera siguen representando una imagen viva del mundo de objetos que rodean silenciosamente la arquitectura. 
Los objetos serviciales, al igual que los lugares servidores - aprovechando la distinción de Kahn entre los espacios servidores y servidos – importan. El umbral de esta casa, con su voladizo y el hueco profundo dedicado a la puerta, con su áspero adoquinado de piedra y sus objetos próximos, constituyen una imagen de la limpieza que debe guardarse en el interior. Los espacios servidores imprimen carácter a los que se dejan servir por ellos. Puede que incluso esa escoba hable más del interior de lo pueda hacer el gris y perfectamente delineado hormigón de su arquitectura. Es su cartel. 
Además, nadie inventó esa escoba. Su belleza es fruto de la sencillez, de la lógica de su uso y de su economía. Es uno de los últimos símbolos universales y legibles de lo anónimo y de lo vernáculo. Una simple escoba, rústica y ancestral, que limpia cada día la entrada de la inmaculada casa de Peter Zumthor. Es un buen retrato de un moderno Merlín suizo. 
La versión mejorada de la “Nimbus 2000”

2 comentarios:

Unknown dijo...

En donde vivo en Colombia hay una vieja creencia campesina que es: si se pone la escoba detrás de la puerta de la entrada a la casa, cuando hay una visita no deseada, se irá más rápido de lo esperado y probablemente no volverá, estoy de acuerdo en que hay mucho misticismo detrás de estos escuálidos objetos y de ellos en relación a la arquitectura.
Qué bonito texto Santiago!

Santiago de Molina dijo...

Que buena tradición. Muchas gracias por compartirla y por tu lectura.
Un saludo afectuoso!!