8 de agosto de 2022

O CONFÍAS EN LAS HADAS O EN LA MAGIA DE LOS RODAPIÉS


Lo peor, con diferencia, de la arquitectura blanca e impoluta que recurre a la belleza y a la luz como soporte de sus esencias no es su exagerado y extremo misticismo, sino su general falta de rodapiés.  
Puede o no gustar la arquitectura de John Pawson (pongamos por caso). Puede que no se soporte su sencillez o extremo despojamiento, pero si al menos su arquitectura reconociese que la vida mancha... Cada vez que un arquitecto confía en no sé sabe qué hadas mágicas que evitan que al fregar una pared el contacto con el suelo no se llene de mugre, un gatito muere. (O un pintor de brocha gorda se enriquece). 
Álvaro Siza, en esto si que hace magia. Porque prevé el porvenir de la obra de modo inmejorable. No cabe considerar a nadie un excelso arquitecto si renuncia a realizar los mejores rodapiés posibles. O dicho de otro modo, no cabe presumir de nada si no se anticipa donde la gente se arrimará y dejará sus benditas e inevitables huellas

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Es a esos benditos ’guarda escobas’ o “rodapiés”, a lo único que hago zoom en la pantalla de mi celular cuando un espacio interior me interesa. “Tiene que estar retocada la imagen en ese punto”. Pienso. Se han convertido, gracias a las publicaciones de arquitectura y a la publicidad en torno a ella, en todo un tema técnico y de diseño
del que poco o nada se habla entre colegas o entre alumnos y profesores. Grata sorpresa es para mi haber encontrado esta lectura y estoy de acuerdo con vos en todo. Esa solución que le dio Álvaro Sisa en una de sus casas más escalonadas, la he visto en mi pueblo, pero pintada en negro, en casas de hace más de 50 años. Que sobresalgan de las paredes me enferma y siento la necesidad de integrarlos de alguna manera, porque sin ellos, no hay pared que dure limpia 10 días, ni hada que lo resista. Saludos desde Buga, Valle del Cauca, Colombia.

Santiago de Molina dijo...

Los rodapiés son un lugar delicado, efectivamente. Muchas gracias por tu lectura transoceánica! Un saludo cordial!!

Anónimo dijo...

Atención al detalle!

Santiago de Molina dijo...

Atención siempre. No sea que algo grande, verdaderamente grande, se esconda allí. Gracias por el comentario y la lectura.