13 de junio de 2011

LA ARQUITECTURA DEL MAL



La obra del escritor Louis Ferdinand Céline, pertenece al drama moral del siglo XX. Ninguna de sus líneas, ninguna de sus obras justifica por si, la pérdida de una sola vida humana a pesar de su belleza. Sin embargo alguno de sus primeros trabajos cantan el exterminio judío y son el antecedente de la “solución final” nazi.
¿Cómo es posible que personas que interpretaban y entendían perfectamente bien a Bach o a Mozart, llegaran a aniquilar a otros seres humanos sin miramientos?. Esa pregunta atormenta al mundo desde la segunda guerra mundial. A partir de ese momento, no es posible ya la redención por la belleza. Tras ese instante, afirma Theodor Adorno, es imposible la poesía.
Los campos de concentración de Auschwitz fueron diseñados por arquitectos que pusieron lo mejor de su saber al servicio del exterminio de seres humanos. Al mando del arquitecto Karl Bischoff, que antes había proyectado aeropuertos en Francia, Fritz Ertl y Walter Dejaco, también arquitectos competentes y capaces, diseñaron escrupulosamente cámaras de gas para la matanza de sus congéneres.
La arquitectura puesta al servicio del mal. En estado puro.
Todos ellos habían sido alumnos de la Bauhaus. Y el campo de Auschwitz es la única obra conocida de los estudiantes que allí se formaron.
Si ese es uno de los extremos más horrendos de la arquitectura, cabe la posibilidad de confiar, más por amor a la simetría del razonamiento que por estar verdaderamente convencido, en que exista una arquitectura capaz de producir lo excelso.
Por nuestro bien, cabe el optimismo de imaginar una arquitectura del bien. En estado puro.

11 comentarios:

Diego dijo...

Parece ser que la belleza no es patrimonio de la bondad, la ética y mucho menos la moral. Aunque nos parezca injusto que ciertos indeseables estén dotados para apreciar y crear belleza, debemos aceptar las dimensiones menos luminosas de la belleza...

Santiago de Molina dijo...

Tal vez, Diego. Gracias por tu comentario y un saludo!

Pedro dijo...

Yo si creo profundamente que la arquitectura "personal" adquiere la "personalidad" del autor, pero también creo que todo arquitecto puede convertirse en mercenario en su trabajo. No obstante... ¿No es emocionante la bondad?

Anónimo dijo...

Si hay algo mas cautivador para el hombre que la belleza, es sin duda el poder. El hecho de tener en tus manos la vida de las personas o de sentirte con derecho a decidir, como si de un dios se tratase, es lo que nubla la mente y hace que lo perceptivo no tenga ningún valor, que individuos con gran capacidad creativa, sean capaces de lo peor o que directamente encuentren en sus referencias artísticas la justificación de sus actos. En lo relativo a lo creado, se puede obviar el creador para analizar una obra, pero para mi personalmente, aun siendo excesivamente subjetivo, es imposible disfrutar o percibir la belleza si su filosofía está marcada por actos similares a los del nazismo. Buscando la arquitectura del bien, sin distraernos, hagamos todo por no volver a tropezar...

Gracias por este blog Santiago, sin duda, nos lleva por buen camino

Santiago de Molina dijo...

Pedro y Miguel, muchas gracias a los dos.

Una obra y las consecuencias que pueda producir son responsabilidad del que las ha hecho. Y ya puestos, también las lecturas de esa obra, y de lo que con ellas se haga...

La responsabilidad se extiende hasta muy lejos. Mucho más alla de lo que implique cualquier seguro de responsabilidad civil.

La belleza, y la bondad que citáis, dramáticamente ya no aparecen unidas a la verdad desde ese instante.

Y no obstante para algunos, el hermosísimo verso de Keats de "la verdad es belleza y la belleza verdad, eso y nada más habéis de saber en el mundo" resuena aun con fuerza en algún recóndito lugar.

gracias y saludos

Pablo dijo...

El compromiso de los arquitectos siempre ha sido construir el horizonte, sea el que sea. En este también se encuentran a veces oportunidades ocultas...

"En algún apartado rincón del universo, desperdigado de innumerables y centelleantes sistemas solares, hubo una vez un astro en el que animales astutos inventaron el conocer. Fue el minuto más soberbio y más falaz de la Historia Universal, pero, a fin de cuentas, sólo un minuto. Tras un par de respiraciones de la naturaleza, el astro se entumeció y los animales astutos tuvieron que perecer."
F.Nietzsche

Parece que también hubo un problema de escala.

(Los filósofos tambien fueron utilizados al servicio del mal, hasta los llamados VITALISTAS.)

Felicidades por las ricas y selectas palabras del blog!
aire fresco sin duda
saludos!!!!

Santiago de Molina dijo...

Pablo,

Gracias por tu amabilidad y tu comentario nihilista tan bien traido. Un saludo!!

Andrés dijo...

Espeluznante planta, que nunca había visto: tiene ya mucho de necrópolis. Abrazo, Andrés.

Santiago de Molina dijo...

Es una planta tan cargada de drama que una vez vista es difícil miraría sin prejuicios. La única forma de analizarla es no saber de que se trata. Planta perfectamente organizada y funcional.

Tu dices con razón, Andres, como una necrópolis.

Abrazos

CUP arquitectura dijo...

Terrible, Santiago. Realmente espeluznante. Como bien apunta Andrés una auténtica necrópolis. Llevo un rato largo dándole vueltas a la cabeza a propósito de tu artículo: ¿puedes creerte que jamás en mi vida he tenido conciencia de estas arquitecturas levantadas por arquitectos y con fines tan deleznables?... ¡y todo ese horror separado del mundo únicamente por una fina membrana electrificada através de la cual se vislumbraba la vida y la naturaleza!. La "solución final" de Himmler fue sin lugar a dudas el acto más deleznable y terrorífico jamás realizado por "persona" alguna. Ciertamente la historia nos ha dejado multitud de estas arquitecturas, baste recordar Chichen Itza, el coliseo de romano, las piras sumerias, las gradas levantadas en plazas mayores para el ajusticiamiento de Servet, Tomás Moro y tantos otros que defendieron la libertad de sus ideas. Terrible Santiago, que al otro lado también estuvieran quienes decían defender también sus "ideales" y su monstruoso sentido de la "libertad".
Un abrazo,
Justo

Santiago de Molina dijo...

Incluso hoy vivimos rodeados de ellas, Justo. Se siguen levantando muros para separar pueblos enfrentados o como instrumento de conquista, y con una profesionalidad indudable.

Gracias por tu comentario!! Abrazos