19 de diciembre de 2022

LOS HUESOS DE LOS MONUMENTOS


La escultura (como la ideología) o tiene estructura o no se sostiene ella sola. La vieja trayectoria profesional de los especialistas capaces de calcular las estructuras en el campo del arte viene de lejos. Desde la monumental estatua de Atenea Partenos contenida en el corazón de la Acrópolis griega, las estatuas ecuestres del Renacimiento, el Cristo del Corcovado brasileiro y el trabajo monumental de Anish Kapoor, los especialistas en saber si la estatua iba a terminar con su bronce, aluminio u piedra en el suelo han sido legión.
Dedicados a reforzar los interiores huecos de estatuas ecuestres, de monumentales efigies a la libertad o de dictadores desmesurados, muchos ingenieros obtuvieron más prestigio profesional con la sujeción de ciertas esculturas que con la construcción de puentes y obras civiles. El monumento siempre fue un prodigio de las matemáticas antes que de la sociología y la política.
Sin nombrar a Eiffel, encargado de sostener casi todo en el siglo XIX sobre sus hombros hechos de barras y pernos de acero roblonado, ingenieros como Lucio del Valle, no es que se acercaran al territorio de las escuelas de bellas artes, sino que comandaron incluso las de Arquitectura. A veces el roce hace el cariño y esos sabios calculistas se vuelven los verdaderos artistas. Como en el caso de Cecil Balmond, por dar un ejemplo actual. De quien tan poco se habla y que tantas esculturas modernas ha ayudado a soportar... Esculturas, que por cierto, llamamos hoy arquitectura como si tal cosa (cuando en realidad tanto se parecen a las fallas).

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Un tema interesante pocas veces tratado.

Santiago de Molina dijo...

Muchas gracias por tu lectura y tu comentario. Es una obligación tocar más temas poco tratados!

Juan Triviño dijo...

Que genial post! Me interesa mucho saber más sobre Cecil Balmond, estaría bueno ver algo de ''Lo Informal'' y las estructuras alteradas.

Saludos!

Santiago de Molina dijo...

Gracias, Juan. Balmond es una figura muy interesante.