6 de agosto de 2012

SIMETRÍA FEROZ

La simetría persigue a la arquitectura occidental como un perro de presa a un animal herido.
La modernidad trató, bajo todas sus formas, de huir de toda composición que recordara al pasado, y por ello cambió la simetría por un sistema de equilibrios no menos fiero. La simetría volvió a hostigar a la arquitectura en la posmodernidad, y ésta incluso asumió que tal vez no estaba tan mal morir bajo sus fauces encantadoras.
La simetría aparece, como un fantasma, incluso entre lo más aparentemente desordenado, porque es una secreta necesidad antropológica. El hombre aguarda su consuelo, y en cuanto haya ocasión, construye un universo mentalmente simétrico porque, para su tranquilidad, todo debe aspirar al equilibrio.
Pero si la arquitectura ansía la simetría como objeto lúdico, lo hace no solo por motivos metafísicos, sino de pura economía. Porque la simetría simplifica, y porque gracias a su presencia se construye y equilibra sin necesidad de costosa materia y con la mitad de esfuerzo mental.
La simetría aparece comprensiblemente en Venturi, en Rossi y en Kahn, pero también, como aquí e incómodamente, en Hertzberger. O en Mies, en quien, por cierto, se ha logrado obviar siquiera hablar de ella, como una visión extirpada en la que ya ni se percibe su presencia. Porque si la simetría es una bestia depredadora, hay quien ha creído domesticarla con algo de carnaza y de celo.
Pero, ¿de donde proviene su violencia oculta?, ¿gracias a que mecanismos nos amenaza?. La respuesta se encuentra en el mismo lugar que hace de los espejos máquinas inquietantes: del miedo a lo doble, a la copia y a lo falso. Del miedo a pensar que existe un lugar exacto, solo un poco más allá, en el que habita un doble nuestro. O del miedo a que seamos nosotros su doble falsificado y prescindible.
La simetría siempre retorna, siempre aflora,- como por otro lado la asimetría-, y no es ni vieja ni nueva. Simplemente está ahí, esperando para jugar, a la mínima ocasión, su juego preferido, la arquitectura.

8 comentarios:

Miguel dijo...

Acertadísimo. Quizás explica también el por qué de que muchos tratemos torpemente de esquivarla. ¿Puede ser por incorformismo?¿Porque en si misma, en ese liberarnos del esfuerzo de pensar se nos antoje "facilona"?

Santiago de Molina dijo...

Gracias, Miguel!
Seguramente también la evitamos por en uso que ha hecho la historia de ella.
Y es que es de los únicos sistemas compositivos que tienen significado por si mismo.
Saludos!!

Javier Echepare dijo...

Escapar de la símetría por sistema, por "cultura", nos cierra muchas vías de desarrollo arquitectónico, al igual que adoptarla por comodidad, pensando que al menos su compañía nos salvará.

Gracias Santiago por tus reflexiones, esperamos con impaciencia tu nueva publicación.
Salu2

Santiago de Molina dijo...

Gracias por tu comentario, Javier.
Y gracias por los ánimos!

ChusdB dijo...

La verdad, Santiago, la simetría siempre me ha parecido una falsa realidad. Nada es auténticamente simétrico, incluso el refejo. En arquitectura la simetría me "duele" no se como explicarlo es una sensación incómoda. Me encanta tu entrada en la que, paradojas de arquitectura, que las hay y muchas, hablando de simetría se lee otra entrada paralela sobre la asimetría, buen verano.

Santiago de Molina dijo...

Muchas gracias ChusdB,
No es de extrañar tu "incomodidad" hacia la simetría. Es generalizada en toda la modernidad.
También es curiosa la necesidad de hablar de simetría y asimetría como dos presencias simultáneas. Aunque solo alguna decellas este aparentemente presente.
Saludos!

Carlos de Rosario dijo...

muy bueno el artículo...creo que la insistencia en la simetría tiene que ver con una noción de "belleza" que tal vez hoy nos es ajena...no es casual que los rostros más bellos sean los más simétricos. Huir de esos paradigmas fue sin duda uno de los objetivos de los "modernos" que desde fines del siglo 19 buscaron otros caminos.

Santiago de Molina dijo...

Gracias, Carlos!
Si los rostros simétricos son mas hermosos, que extrañeza se produce sin embargo cuando se hace un espejo con medio rostro de cualquiera, verdad?.
La simetría perfecta parece afear y hacernos irreconocibles...
Que es de la arquitectura bajo una simetría perfecta?
En cada soldadura, en cada viga y sus armados, en cada botonera de ascensor?...