20 de agosto de 2012

LAPSUS


Casi todos los errores cotidianos son considerados “lapsus”. Uno pretende hacer algo y se encuentra haciendo otra cosa imprevista. Freud reconocía en los lapsus “la psicopatología de la vida cotidiana”. Aunque algunos puedan tener significados ocultos y siniestros, otros son provocados por el especial modo en que el ser humano usa el mundo.
Algunos tipos de lapsus son resultado de analogías entre diferentes actos, a veces nuestras acciones previas pueden recordarnos otras no previstas, que pasamos a realizar como por un resorte secreto. Frente a los lapsus del lenguaje, -“lapsus linguae”-, o de escritura, -“lapsus calami”-, faltaría catalogar los lapsus especializados de cada disciplina. Y caben los arquitectónicos.
Un pensamiento que se cuela en mitad de un proceso. Una obsesión que aflora, de improviso. Tras un lapsus se ve al hombre, y no su musculatura como arquitecto. Un ejemplo que lo explique de manera elocuente en arquitectura es la fachada del Frontón Recoletos, obra de Zuazo (y Torroja), de 1935. Ahí está el traspié: sus ventanas, la escala, el balcón mirador. Un mal remate exterior a un espacio interior esplendoroso y memorablemente moderno.
Los lapsus arquitectónicos, ahora que lo pienso, no hay quien los rectifique con una fe de erratas.

5 comentarios:

Javier Echepare dijo...

Que lástima de fachada, aunque gustosamente, me pasearía ahora delante de ella.

Santiago de Molina dijo...

Que precioso interior, Javier!!
Efectivamente, una pérdida.
Gracias por tu comentario y saludos!!

Carlos de Rosario dijo...

Santiago, desde mi lejana y sudamericana Rosario no puedo conocer el frontón, solo a través de fotos de su exquisito interior...no conocía la fachada que, sin embargo y desde acá, me parece interesante y hasta, te diría, desprejuiciada, casi como algunas fachadas de Asplund (los Tribunales de Goteborg, si no recuerdo mal)...igual vale la frase sobre las erratas...muy buena...

Carlos de Rosario dijo...

a riesgo de resultar insistente, quiero dejar constancia de una "errata"...cuando hablaba de Asplund, no me quise referir a los tribunales de Goteborg, si no a los de Sölvesborg...gracias...

Santiago de Molina dijo...

Carlos,

Se entendía perfectamente a que te referías. Muchas gracias por tu bien traida referencia a Asplund.

Algo tiene, de inocente y nórdico, el balcón y esas ventanas. Y sin embargo algo mal resuelto hay entre todo ese lenguaje y el caserón adosado, obra también perteneciente a Zuazo.

Desde mi punto de vista, el conjunto desde fuera no logra nada de lo mucho que tiene el interior.

Un saludo y gracias de nuevo