7 de marzo de 2011

ESCALERAS PARA SUBIR


Al igual que en esa otra de Jacob, algunas escaleras son un camino sin retorno.
En una colina artificial, y sin embargo necesaria para el cementerio de Estocolmo, Asplund y Lewerentz,  imaginaron ya desde el concurso de 1914, unas simples escaleras para subir a un lugar donde meditar.
El ascenso, puesto que indudablemente se trata de una escalera solo para subir, es de una pendiente tan variable como la misma colina. Las escaleras se adaptan a la decreciente inclinación de la loma, (aunque tal vez sea al contrario, ¿no es la colina la que toma la forma de las escaleras?). Los tramos de peldaños se hunden ligeramente entre la hierba y apartan la mirada lateral del resto del cementerio. Escalera sin barandillas, ni detalles. Nada distrae de que arriba nos espera una plataforma rodeada de árboles y apenas unos asientos.
Esa escalera, está dispuesta para enseñar a quien interese, varias cosas elementales: al principio, su fuerte pendiente acelera el pulso y fuerza el resuello, pero a medida que se conquista, los peldaños se apaciguan, la altura de la tabica disminuye, el paso y la respiración se atemperan, y se logra la precisa calma antes de llegar entre los árboles y el recogimiento de esa plataforma .
La segunda cosa lograda es mostrar, durante el ascenso, el cielo en la tangencia de esa loma. Como una precisa vista diagonal.
Esas dos cuestiones elementales, acelerar o calmar el pulso del habitante, e inventar una mirada, son los objetivos más básicos de una escalera y no los consabidos de comunicar dos puntos a diferente cota.

6 comentarios:

mario dijo...

Estupendo artículo, te felicito,
me quedo con el último párrafo, hay que ir más allá de lo obvio para encontrar lo importante, "acelerar o calmar el pulso del habitante, e inventar una mirada.

Santiago de Molina dijo...

Gracias, Mario.
Saludos!

Isma dijo...

¿se pueden hacer edificios, como esta escalera, es decir: "sin detalle"?

¿por qué no nos sonrojamos cuando vemos, en los proyectos, planos constructivos con, incluso, más de 100 entradas "constructivas"?

Santiago de Molina dijo...

Claro, pero cuesta tanto trabajo hacer las cosas "sin detalle". Tal vez hay que hacer más que 100 planos para llegar a hacerlo como sin detalle, ¿no?
Gracias por tu comentario

CUP arquitectura dijo...

Mi enhorabuena Santiago, aunque tal como dices la escalera de Asplund y Lewerentz está concebida para el ascenso, el artículo es verdaderamente profundo.
Un saludo,
Justo

Santiago de Molina dijo...

Gracias, Justo. Un saludo!