13 de agosto de 2012

EL VIAJAR DEL ARQUITECTO




Un arquitecto maduro es el que sabe reconocer sus antecedentes sin resentimiento y sin rubor. Porque para bien o para mal el arquitecto proyecta sobre la arquitectura que ha vivido o mamado. Es decir, sobre sus recuerdos y sus vivencias. Y no hay mejor modo para esto que viajar.
Gracias a esos viajes Asplund, Le Corbusier, Soane, Kahn, Lewerentz y tantos otros se han reconciliado con sus ancestros y han hecho aflorar su propia mirada.
“El viaje es el encuentro de algo que andamos buscando, sin saber qué es con exactitud. Es la búsqueda de un lenguaje con el que ser capaz de dibujar las sombras de nuestras ideas. Moviéndose en el espacio y en el tiempo, el viaje no es sino la historia que nos plagia; es la dilatación de nuestra pupila la que ilumina el espacio y allí encontramos lo desconocido revestido de intimidad” (1)
Viajar transforma. Sea viajar de biblioteca o de autobús. Viajar a la propia experiencia o a lugares donde palpar un oficio. Sin embargo se viaja para ahondar, paradójicamente, en uno mismo.
"Viajo para reconocer mi geografía", dejó escrito un loco sobre los muros de un manicomio frances en el siglo pasado. El arquitecto viaja, más bien, para reconocer su propia "geometría". Como quien busca colocarse ante un espejo. Viajeros de si mismos.

(1) MORENO MANSILLA, Luis, Apuntes de viaje al interior del tiempo, Fundación Caja de Arquitectos, Barcelona, 2002, pp. 13. Sirva esto de recuerdo a su mirada.

4 comentarios:

Jesús A. Izquierdo dijo...

"El viaje es el encuentro de algo que andamos buscando, sin saber qué es con exactitud"

Esta frase refleja perfectamente la actitud ante un viaje por una persona. Los arquitectos además escudriñamos el paisaje, las ciudades, los edificios y los detalles, fotografiando, dibujando, memorizando... y es un auténtico placer.

Santiago de Molina dijo...

Jesús,

Viajar para un arquitecto, es, además, una escuela de aprendizaje insustituible.
Gracias por tu comentario y saludos!!

Guynot de Boismenu François dijo...

Deleuze cita la idea de Proust: Viajar es comprobar sus sueños. Un buen soñador sabe que hay que ir a comprobarlos.
Le Corbusier en uno de sus viajes a America, comprobo que la geografia de la costa Brasilera coincidia con las curvas de Josephine Baker.
Desde Grecia, pude verificar la insercion en un movimiento pre-existente : el mar.
En el fondo, peces, rocas, mis hijos y yo; nadando unidos.
Saludos François

Santiago de Molina dijo...

François,
Grecia son palabras mayores!!.
Para hablar de viajes y mucho más. Gracias por tu comentario!!
Saludos!!!