11 de junio de 2012

MAESTROS SIN OBRAS MAESTRAS



Hay maestros que lo son por la producción de esos inocentes y escasos objetos llamados "obras maestras". Pero hay una subespecie de aquellos, rara y preciosa, que lo son sin haber producido ninguna. Tal es el caso de Kaija y Heikki Siren. 
De todas las obras de esta pareja de fineses, cuyo mejor trabajo estuvo concentrado en los años 50 y 60, destaca una capilla que fue misteriosamente devorada por las llamas y más misteriosamente reconstruida en 1978. Apenas dos muros de ladrillo y una cubierta encierran un espacio cuya tranquilidad difícilmente permite ser clasificada como “obra maestra” en los términos de violencia y dogmatismo fanático en que habitualmente se sugiere ese epíteto. 
El resto de su producción podría pasar igualmente inadvertida. La limpieza, la serenidad y la modestia de su arquitectura no reclama un ápice de atención. Y menos aun el programa de la vivienda en el que han trabajado con especial gusto. Las construidas en una orilla de piedra del archipiélago de Barösund como refugio de vacaciones, por ejemplo, parecen solo dignificar el modo de construcción de la madera al estilo del más puro oeste americano. (Lo cual no sería poco si recordamos como incluso Gropius había cosechado un sonoro fracaso con ese contrapear troncos de madera en la Blockhaus Sommerfeld de Berlín). Sin embargo allí resuenan también las milenarias tradiciones constructivas de Japón. 
Podría hacerse una interpretación del resto de su obra con igual sofisticación y provecho. Todas muestran, bajo una envidiable capa de serenidad y falta de brillo, algo muy difícil de lograr: la invisibilidad del talento. 
Hay maestros que lo son porque la historia y millares de habitantes los han condecorado como tales. Pero hay otros, y Kaija y Heikki Siren también pertenecen a esa extraña clase, que lo son porque hay media docena de arquitectos que saben que lo son.

7 comentarios:

AP I / II dijo...

Cuando no mas que aquí encontrar algo tan bueno como este articulo. Hace dos días enseñe esta obra a unos alumnos que están trabajando con madera en un auditorio en un entorno de islas de rivera...estuve tratando de encontrar esa obra como una semana, tenia en mente el espacio, la estructura, hasta el detalle constructivo del puntal de viga con la lampara pero ni idea del nombre de los arquitectos o la obra, hasta que de casualidad apareció una foto en Internet, me siento alagado de pertenecer a la lista que mencionas al final.
Saludos desde Rosario, Argentina.

Santiago de Molina dijo...

Existe una breve lista de maestros desconocidos. Como me alegra que te haya interesado.

Un saludo para todos los estudiantes argentinos!

Félix dijo...

La época que atravesamos, donde la visibilidad es toda una aspiración, hace que la invisibilidad del talento que mencionas sea aún más rara y, quizá, aún más preciosa.

Resulta curioso que sea el silencio de estas obras lo que hace que no se diluyan bajo el tumulto.

Santiago de Molina dijo...

Félix,

Se trata de un especial silencio "resonante". Y desde luego nada habitual, verdaderamente.

Saludos y gracias por tu comentario!!

Carlos de Rosario dijo...

Me interesa particularmente la arquitectura escandinava, tal vez por su lejanía, tal vez por su economía y su no buscada belleza...¿donde encuentro más información sobre estos arquitectos?...desde ya, gracias desde Rosario, Argentina...

Carlos de Rosario dijo...

Me interesa particularmente la arquitectura escandinava, tal vez por su lejanía, tal vez por su economía y su no buscada belleza...¿donde encuentro más información sobre estos arquitectos?...desde ya, gracias desde Rosario, Argentina...

Santiago de Molina dijo...

Carlos,
De hace años es una extensa monografia que creo agotada. Pero su obra ha sido publicada cada vez que se habla de los años 50-60 en la arquitectura finesa.

muchas gracias por tu comentario y saludos cordiales