6 de abril de 2015

ARQUITECTURA Y UN POCO MÁS


Lo más interesante de la arquitectura aparece en los márgenes. Cuando pasa a ser propiedad de la vida...Con un poco más la arquitectura y la ciudad dejan de ser ese gris Manchester de la imagen. El homo ludens perpetuo es la esencia del habitante una vez que éste ha cubierto lo más elemental del habitar. Una vez resguardado del frío o de la intemperie, el ser humano habita verdaderamente. No antes. Antes es un habitar en bruto. 
Atar una cuerda en una farola y que no sea un árbol de ahorcados sin esperanza sino un columpio, es una obra de magia urbana. La breve ausencia de gravedad, la ligereza, en una vida que no parece ni ligera ni falta de seriedad, es una enseñanza de ese poco más que se necesita para que la arquitectura aparezca. El poco más. La aparición de las cosas con la insistencia de la vida. El insistir en el ser humano y en sus juegos. La arquitectura solo aparece en al traspasar esos límites. Un poco más allá de lo que son las cosas evidentes y groseras. Por parte del arquitecto crear la costumbre de dar ese paso de más supone un esfuerzo al alcance de pocos. Eso y hacerlo sin desfallecer. 
Un columpio improvisado en una esquina en blanco y negro lo recuerda hoy. La apertura de la ciudad y de la arquitectura a lo inesperado de la vida. Nadie nunca podría haberlo imaginado. Ni la propia ciudad está planificada para estos columpios del habitar. Pero por ese paso más, por ese centímetro de más, hay quien elige de por vida un oficio…

2 comentarios:

Unknown dijo...

Me encanta cómo muestras más allá de los objetos a las personas y seres que son los protagonistas. Enhorabuena por compartirlo!

Santiago de Molina dijo...

Muchas gracias por tu generoso comentario Judith.
Saludos