1 de diciembre de 2014

LA CIENAGA VISUAL


Que la Arquitectura es un arte puramente visual, trascurridos los acontecimientos en torno al empleo de la imagen en los últimos veinticinco años, no hay ya quien lo discuta. El predominio de la forma y de la imagen se ha hecho tan palpable que hoy ya no hace falta siquiera mirar: las imágenes de la arquitectura pasean ante nosotros con la desvergüenza de un adolescente orgulloso de su sola juventud.
Pero la visión es un mecanismo complejo. La verdadera visión enfoca y se esfuerza, mira y se retrae, gira y se difumina. El mirar requiere un esfuerzo contenido y hasta el mirar mismo es un ejercicio mental además de físico.
Tal vez por eso el dibujo de Herbert Bayer es fascinante. Somos hombres-ojo pero la mirada es sección y perspectiva. Como si las cosas hubiesen de ser contempladas en una simultaneidad para descubrir su trasera, su reverso. Eso es lo que hay que ver. Eso es lo que merece la pena ver. Al menos en arquitectura.
Solo por el modo de dirigir la mirada hacia la arquitectura, ésta nos retrata. El mirar es un espejo de cada manera de estar en el mundo. Porque la mirada no es algo inocuo, sino que mancha. El dibujo de Hebert Bayer es fascinante, innegablemente. Porque es una profecía de los hombres-ojo en que íbamos a convertirnos casi un siglo después. Porque describe una forma de mirar que lo abarca todo. Porque en su dibujo la mirada se convierte en un espacio propio, en una ciénaga de la que no podemos escapar, solo nadar con movimientos lentos para no hundirnos y perecer entre su inevitable y pegajosa viscosidad.
Tan envolvente y adiposo es lo que se ofrece a la vista que en realidad para el arquitecto lo único evidente es lo invisible (lo que queda detrás de lo visible).

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Es un tema muy interesante pero no estoy de acuerdo en que ya nadie discuta que la arquitectura sea un arte puramente visual. Además de "la piel de los ojos" de Pallasmaa, hay un fascinante texto de Ferlosio sobre como la omnipresencia de la imagen, de hecho, nos vuelve más ciegos (http://tinyurl.com/ps7835q).
Saludos y enhorabuena por el siempre excelente blog!
Iago López

Santiago de Molina dijo...

Gracias Iago por tu amable desacuerdo. Aunque hay una fuerte corriente aparentemente antivisualista en realidad no lo es tanto. La propia tesis de todos esos recientes escritos de Pallasmaa es la de tener ojos en la piel, mirar con la piel. Lo cual es, en realidad, pretender ampliar el campo de acción de los ojos más que renunciar a ellos. Aunque no iban por ahí los tiros del texto en origen, agradezco siempre tus valiosos comentarios. Un saludo cordial!!

Carlos de Rosario dijo...

Santiago...
hermoso el artículo...
te dejo una breve reflexión a la que le encuentro cierto parentesco con tu texto...un placer leerlos...
Gracias!, un abrazo desde Argentina
http://habitar-arq.blogspot.com.ar/2013/03/sobre-la-belleza.html

José Tomás Gómez López dijo...

Como dicen en la radio, enhorabuena por su blog. Hace 3 años encargué una casa de campo a un buen arquitecto. Propuso una casa con espacios abiertos y pocas divisorias. Visual y fotográficamente es excelente, sin embargo, el confort acústco es muy deficiente. Me dí cuenta entoces que la arquitectura es generadora de espacios acústicos, y que la representación fotográfica ciega a algunos arquitecos que entienden la arquitectura como un puro ejercicio visual

Santiago de Molina dijo...

Gracias, Carlos del Rosario. Ya lo creo que tienen que ver. Saludos!

Santiago de Molina dijo...

Gracias por tu testimonio José Tomás. La arquitectura, cuando está lograda es generadora de espacios íntegros. Es decir, espacios donde lo visual, lo acústico y lo táctil está integrado. Un saludo y gracias por el comentario y la amabilidad.