18 de junio de 2012

ATENDER

Al principio la habilidad para proyectar permanece encapsulada. Opaca. Reventar esa membrana, profundizar en la arquitectura más allá de ese límite, se logra solo por medio de un especial estado de “atención”. El “estar atento” del arquitecto es una concentración de la energía sensible dirigida hacía un punto. (Aunque tal vez no se manifieste más que como un esfuerzo prolongado en el tiempo que solo se delata por su ausencia. Como si solo la fatiga o el esfuerzo por alcanzar un resultado la hiciesen presente).
La atención, a pesar de tener el mero carácter de un reajuste prolongado, a pesar de ser solo un préstamo de energía que desde un lugar desconocido nos reclama permanecer un instante más concentrados, da vitalidad a la curva, da sentido al muro o la conjunción de dos materiales.
La atención resuelve encuentros, pergeña formas y desmenuza detalles constructivos. Solo la atención permite prolongar la coherencia del proyecto más allá de la multitud de energías y direcciones entre los que surge la arquitectura. De algún modo, solo cuando el arquitecto se encuentra inmerso en un estado “atento”, se vuelve un poco el propio objeto sobre el que está concentrado. Y solo así se hace posible la tarea de proyectar.
“¡Cuantas cosas de la mente se transformarían ante nuestros ojos si la duración máxima en el mantenimiento de la atención aumentara un poco!”, reclamaba Valéry.
La atención es un especial crecimiento de la sensibilidad desde un punto hacia el todo. Como si la atención fuese una sensibilidad. Como el esfuerzo de la mirada que se sabe imprecisa y que, ante lo desenfocado, lucha por ajustarse y reajustarse para ver. Como una mirada en búsqueda prolongada en el tiempo.

7 comentarios:

Martita dijo...

Muy buena entrada Santiago. Espero que sea cuestión de tiempo (porque ganas y esfuerzo no me faltan como estudiante) "conseguir" tanta atención como deseo.
Un saludo!

ChusdB dijo...

Genial. Tal cual. Felicidades por saberlo contar.

Santiago de Molina dijo...

Gracias por la atención, Martita y ChusdB!!
Saludos

Javier González-Adalid dijo...

Podría considerarse igual de importante, aunque seguramente como paso posterior, saber donde poner atención? o a veces es mejor dejarse sorprender por las cosas que se descubren cuando se está en ese "especial estado de atención".

Que buena entrada y que bien seleccionadas las imágenes, un placer entrar a leer tus textos Santiago.

Un saludo

Santiago de Molina dijo...

Tal vez las dos cosas, Javier.
Muchas gracias por tus palabras y por tu atenta lectura.

Saludos!

Martita dijo...

Por cierto Santiago, casi me gustan por igual las imágenes que acompañan a los textos que los propios textos. Son muy interesantes!

Santiago de Molina dijo...

Gracias Martita!
Saludos!!!