9 de agosto de 2010

HUMILDAD



“Si yo veo belleza en la piedra y tu ves belleza en el barro, entonces tu alma es más refinada que la mía” decía Charles Correa hablando de Noguchi. El trabajo con lo humilde no está en prorrumpir formas para encadenar la belleza, sino en descubrirla con la mirada susurrante en lo menos llamativo. “Maqueta de trabajo en una caja de pañuelos” rezaba esta imagen del pabellón de España de la bienal de Venecia, de García de Paredes, en el año 1958.
Lo despreciado esconde tesoros sin fin. Ese parece ser el esfuerzo de un secreto grupo que reina en lo más profundo de la historia del arte y que permanece empeñado en el refinamiento autoexigente de la humildad: Religión de arquitectos honrados.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

la belleza que siempre estuvo entre lo despreciado por un primer juicio, implica desprejuicio, y equidad, implica curiosidad, y la suficiente humildad que tu indicas, para pensar que puedes no llegar a apreciar belleza en la busqueda

Anónimo dijo...

Sí señor. Nada que ver, pues, con nuestro pabellón en Shangai... con un material espectacular, que no se sabe muy bien qué es pero que significó un presupuesto desorbitado para un país en crisis, justamente. Ésta es una lección de lo que es la buena arquitectura: honradez, humildad. Gracias por el bloc y adelante!
David C.

Jack Babiloni dijo...

Perifraseas el elogio de la sombra a la cruda Tanizaki, Santi; batalla perdida, sin embargo, frente a los adoradores del deslenguadísimo (y ultrahortera) "high tech" (la últimas estadísticas reconfirman que el índice de suicidios es siete veces superior en Escandinavia o Qatar que en Tombuctú).

Enhorabuena de nuevo, querido Santiago.

Santiago de Molina dijo...

mrpink, David y Jack, gracias por vuestros comentarios.
La belleza humilde y los restos de la belleza son motor de muchas cosas. Shangai queda muy lejos, por muchas cosas, pero ya me hubiese gustado poder ir a ver ese fin de época en vivo...
Por otro lado, inconscientemente Tanizaki arraiga. Gracias por vuestras amables palabras. Saludos