14 de diciembre de 2009

MEMORIA AMPLIADA



La arquitectura se consume hoy como se consumen las imágenes o la comida rápida. Sin embargo respecto a la moda o las publicaciones, con el tiempo la arquitectura se enriquece en sentidos y evoluciona, igual que los seres vivos. En lugar de extinguirse actúa como una memoria construida: a la vez que capas de cal y pintura se acumulaban sobre el gótico, las ampliaciones y portadas renacentistas y barrocas cubrían y hacían crecer las viejas catedrales.
Como objeto de cultura, la obra se enriquece con el paso del tiempo. Como la fruta y las flores, se malogra si se congela. En ese sentido, hoy Venecia resulta un cadáver tan putrefacto como las aguas donde flota, igual que la mayor parte de los monumentos del movimiento moderno. Objetos de veneración arquitectónica, detenidos en un instante, que se conservan como parte de una valiosa e irrenunciable memoria, pero inaccesibles e intocables: Objetos de museo.
Por el contrario, el Palazzo Pitti de Brunelleschi es uno de esos objetos maravillosos que ha mostrado su adaptabilidad y viveza con el tiempo. Ampliado multitud de veces, de siete vanos a los actuales veintitrés, pero ampliado sabiamente, conociendo cada uno de los arquitectos que lo modificaron que solo cabía su crecimiento en horizontal, puesto que el palazzo renacentista se establece sobre tres cuerpos apilados.
Ampliar y restauran significan entender la arquitectura como una herramienta para establecer continuidades y diálogos en el tiempo. De alguna manera, su modificación y ampliación, si no niega, al menos atenúa y ralentiza su condición de consumo instantáneo y vindica su permanencia en el tiempo, más allá de las simples imágenes.

6 comentarios:

stepienybarno dijo...

“hoy Venecia resulta un cadáver tan putrefacto como las aguas donde flota, igual que la mayor parte de los monumentos del movimiento moderno”

Espectacular!

Tan delicado como siempre, pero este artículo parece que te ha salido desde las entrañas. Como bien dices, sin diálogos en el tiempo y búsqueda de continuidades, no llegaremos muy lejos.

Así que más dialogar y menos consumir, no?

Santiago de Molina dijo...

No se que pensais, pero me parece que el hecho diferencial de la arquitectura frente a otros objetos de consumo está en su capacidad dialéctica y trasformativa, (con la ciudad, con el tiempo, con otra arquitectura...).

Por mucho que alguna se pronuncie como un monólogo, siempre acaba estableciendo diálogos. Es una cuestión de cortesía y oido, no?

Saludos

Pablo Twose dijo...

La verdad es que los portales de internet son como bien dices una especie de fastfood que produce monstruos. un edificio no se puede consumir en 5 segundos, es una incoherencia todo ello, entiendo que por ello te intereses por los edificios sedimentados en capas históricas, sin embargo esta cualidad también deberíamos ser capaces de encontrarla en la arquitectura, arquitectura lenta o de sabor largo. Ahora me viene a la cabeza Scarpa.

Un saludo!

Santiago de Molina dijo...

Internet ofrece de todo, y por supuesto, no todo de consumo rápido.

No solo creo que se aprecie la arquitectura sedimentada con la historia. Pero si la que tiene recorrido y se enriquece con el tiempo, como el vino. Me gusta este ejemplo que pones sobre la mesa de Scarpa, también se me ocurre Bryggman o tantos otros cuya arquitectura solo se aprecia viviéndola y resulta in-imagenable de otra manera.

Saludos y muchas gracias por los comentarios.

stepienybarno dijo...

Respecto a lo que comentas, Santiago, sobre los diálogos de la arquitectura (a pesar de que algunas obras han sido paridas, para que no lo dilogen ni con ellas mismas), a nosotros últimamente nos viene a la cabeza la comparación de la arquitectura con el arte relacional. Éste, nace de la necesidad de que el arte sea realmente accesible a la gente, y si lo pensamos la arquitectura es (o debiera ser) el arte más relacional de todos.

Y sobre tema, del consumo rápido y que todo es un fastfood, estamostotalmente de acuerdo. Pero esto se ve en muchos portales de internet y en las propias revistas (de papel). La culpa no es tanto de los editores, como de quienes consumimos toda esta información.

Al final, la arquitectura no deja de ser un reflejo de la sociedad, y los tiempos que corren son de “todo para ayer”.

Asi que, viene bien una página como esta, que para nosotros siempre es un remanso de paz y serenidad!

Santiago de Molina dijo...

Estoy con vosotros en que la arquitectura debería ser el primer arte relacional.
Respecto a la culpa de las publicaciones y el consumo rápido, las responsabilidades son compartidaspor consumidores y productores. Y sin embrago y respecto a las publicaciones, me temo que lo peor no ha llegado aun.

Gracias por vuestras palabras!.