10 de septiembre de 2009

LA VENTANA CONTRARIA



Ya nadie piensa en las ventanas. Un paño de vidrio parece resolver siempre el problema y eso impide poner sobre la mesa las verdaderas cuestiones de ese objeto maravilloso.
La ventana guarda siempre una relación mágica con el mundo. Es un evento arquitectónico de una profunda doble dirección: Son ojos para ver pero también madrigueras que acogen la mirada.
Baudelaire nos lo recuerda :”El que desde afuera mira por una ventana abierta nunca ve tantas cosas como el que mira una ventana cerrada. No hay objeto más profundo, más misterioso, más fecundo, más tenebroso, más deslumbrador, que una ventana iluminada por una vela: lo que se puede ver al sol siempre es menos interesante que lo que pasa detrás de un vidrio. En aquel agujero negro o luminoso vive la vida, sueña la vida, padece la vida”(1).
El maestro Oíza ha dicho que la ventana cerrada es, en principio, el fundamento de la casa de todo hombre. Así, la ventana es el lugar donde sale a borbotones la vida vivida por el habitante.
La ventana es la hernia del verbo habitar, que se asoma al exterior de la arquitectura por donde puede.

(1)  BAUDELAIRE, Charles. Pequeños poemas en Prosa, Ed. Espasa Calpe, Madrid, 2000, pp. 81.

2 comentarios:

Pablo Twose dijo...

En el último número del corquis dedicado a Soto de Moura comentaba algo asi sobre sus primeras y mas famosas obras: "me di cuenta que en mis obras no existía las sombras que leí en tanizaki, en mi obra todo era luz o oscuridad" también comentaba que ha estado años evitando la ventana pues la encontraba un problema de dificil solución. Y es cierto, la ventana es un vínculo tenso ante el mundo.

Un saludo.

SANTIAGO DE MOLINA dijo...

Recuerdo, a pesar de sus declaraciones, y con auténtica delicia, las ventanas de Souto de Moura en El Monasterio de Santa María do Bouro. Son de una delicadeza constructiva fuera de lo normal, claro que el transito hacia la sombra ya lo producía el propio edificio, el material y sus espesores. Saludos