31 de agosto de 2009

ARQUITECTURA A LA DEFENSIVA


Las arquitecturas defensivas trazadas por Miguel Ángel para la muralla de Florencia son toda una declaración del arte de la guerra. Una arquitectura nacida para la defensa siempre habla indirectamente de los modos de ataque que sobre ella van a ser empleados. De ese modo existe una historia y una cronología del armamento encubierta en las edificaciones y fortines capaces de contenerlas y servir de refugio.
Si estos trazados son seductores es también por el conflicto interno que esconden. Para Miguel Ángel las fortificaciones deben ser diseñadas con el rigor geométrico de no ofrecer puntos ciegos al enemigo por donde favorecer el asalto. Rigor en los trazados de las municiones lanzadas, rigor en los campos barridos por el fuego de las todavía lentas y pesadas armas del siglo XVI.  Rigor en el grosor de muros que deben resistir las salvas de los cañones enemigos, no ofrecer débiles planos frontales y a la vez dar cabida al ejercito defensor permitiendo su maniobrabilidad.
Y sin embargo en una edificación donde nada puede ser gratuito, para el desprotegido ángulo de la Porta al Prato d'Ognissanti, Miguel Ángel propone una edificación extraordinariamente recargada desde el punto de vista de la forma, porque sabe que  la imagen de lo inexpugnable es un arma disuasoria de primer orden.
A punto de devorar a sus enemigos, esta arquitectura feroz augura las exigencias formales de la arquitectura expresionista del futuro.

24 de agosto de 2009

INVENTOS DE INVENTOR


Buckminster Fuller nunca fue un arquitecto. Lo cual despertó siempre suspicacias entre éste círculo profesional, y eso es algo que además de tener cierta ironía encierra profundos motivos de reflexión. Más aun si recordamos que al final de su carrera obtuvo los máximos honores por parte de los más importantes organismos de arquitectura del mundo sajón.
En un momento posbélico donde la moral de un país hizo bandera de figuras optimistas y amables como la suya, es más que suficiente ser un notable pedagogo, un poeta habilidoso y un importante ingeniero para merecer reconocimiento. A esos insignes títulos Philip Johnson añade el de charlatán, genio técnico y gurú, pero no el de arquitecto. Para eso es necesario, al menos, la producción de forma significante (1).
Tampoco fue arquitecto en su sentido renacentista. Abarcar muchos campos con un honesto talento transdisciplinar, no significa hacerlo con el mismo punto de mira ni la misma intensidad que lo hacían los artistas universales de la talla de Leonardo, Alberti o Miguel Angel.
Las preocupaciones y los temas de Fuller son limitados. Y sin embargo por eso mismo han conseguido ser una potente fuente de sugerencias para muchos de los campos que tocó lateralmente. Sin su figura, hoy es difícil entender mucho del arte minimalista de los años setenta y muchas de las corrientes utópicas de arquitectura de esa misma época. Para muchos ingenieros actuales, Fuller, además de ser una figura amateur, ha servido para reorientar su inventiva hacia las estructuras profundas de la naturaleza. Y eso por no hablar de su influencia en obras de arquitectos de la talla de Kahn o artistas como Olafur Eliasson.
Entre todos los inventos de Buckminster Fuller seguramente el único que no quisiera él que cayera en el olvido es el de su marca Dymaxion: La casa Dymaxion, El coche Dymaxion, el baño Dymaxion o el mapa Dymaxion son solo sus anécdotas. Dymaxion: solo la palabra ya es suficientemente representativa de su locuacidad y su brío. Es una palabra-cohete.
La imagen del comienzo es una fiel descripción del personaje. Se trata de un telegrama enviado por Bucky Fuller a Isamu Noguchi en 1936 explicando, brevemente, la ley de la relatividad general enunciada por Einstein: E = mc2
En el panorama mediático de la actualidad, y recordemos que ese era precisamente el lugar donde Bucky era un auténtico maestro, nadie le supera a la hora de generar debate. Tampoco en arrojo, optimismo e inconsciencia.

(1) Interview with Architect Philip Johnson, “Buckminster Fuller: thinking Out Loud”, En American Masters series, Thirteen/WNET, 10 de Abril 1996, http://www.thirteen.org/bucky/johnson.html

17 de agosto de 2009

ESPACIOS EN ESPERA



Hace más de 20 años, como ponen de manifiesto estas viviendas de Nemausus, en Nimes, Nouvel postula que lo “perfectible” es diferente de lo “flexible”. Perfeccionar no es posibilitar. No se trata de proponer espacios que el cliente se limite a amueblar, se trata de asumir, con un punto de modestia pero también con algo de callada arrogancia, que el arquitecto, haga lo que haga, nunca va a ofrecer en su propuesta el color, el alicatado o la moqueta que el usuario desearía. Todo sea dicho, con argumentos económicos.
El abismo entre el usuario y el arquitecto es doblemente subrayado. Dejar así las cosas es tanto como decir que hay una estética en lo “perfectible” que nadie salvo el arquitecto es capaz de apreciar.
La vivienda es la arquitectura y las instalaciones, sin acabados, a la espera de que el usuario rellene y decore: habite. Por eso el bote de refresco olvidado sobre la pila del fregadero, -en verdad única infraestructura de la casa-, recuerda tanto esos objetos de las cocinas de Le Corbusier. Aunque donde antes había una pescadilla, un ventilador, o un trozo de pan, que aludían sabe Dios que símbolos perdidos, Nouvel deja un descuido de lo más Pop. ¿O es el fontanero el descuidado?.
Jean Nouvel es un arquitecto tremendo. Interprétese como se quiera.

10 de agosto de 2009

SOMBRAS DE OBRAS

Saarinen, dibuja en Yale, dentro de la tradición más académica de su generación, las sombras arrojadas en planta de su propuesta; también de árboles, con sus minuciosos contornos y ramajes; los muros, que permiten intuir ya la relación topológica de los recorridos; los pavimentos y las cubiertas de los edificios existentes con sus precisos despieces y límites...
El dibujo resulta lleno, atiborrado, con el mismo horror vacui de los bajorrelieves de un monumento antiguo. Curiosamente, en ese conjunto, las edificaciones resultan difíciles de encontrar. Están agazapadas entre otros trazos más numerosos, con una densidad de detalle menor, casi insignificantes. En realidad es como si se hubiese producido una inversión de los medios. El proyecto es lo que menos tinta requiere, no así el resto de las sombras, pavimentos y edificaciones existentes.
El resultado es una planta que permite imaginar los espacios públicos, casi habitarlos y recorrerlos, más aun que las propias edificaciones, destacando con habilidad cual es para Saarinen, el verdadero ámbito universitario.
En un momento en que dibujar así llevaba aparejado cierto dispendio en términos de tiempo, esto se vuelve aun más significante.

3 de agosto de 2009

TABLERO DE JUEGOS

Unos niños juegan en un solar vacío. Aunque vacío no es la palabra. Ese solar que intuimos antes ocupado por una mole más de viviendas ha dejado paso a un espacio que es empleado como parte de la calle. La visión de las descarnadas medianeras no distrae a los muchachos que se cuelgan de las rigurosas barras de acero o se rebozan en la arena. Juego, ejercicio físico y ser capaz de probarse en el crecimiento, son aspectos que Aldo Van Eyck pone sobre este tablero de juegos de la ciudad.
También la sencillez del recreo, lo reducido de los recursos y por encima de todo, la sabiduría de su ordenamiento hace que ese espacio merezca atención: la distancia cuidadosa respecto a los peligros del tráfico, la relación entre las zonas soleadas y las de arena, la posibilidad de asiento cercano a ellas por saber que los más pequeños juegan y deben ser vigilados por adultos, las diferentes habilidades respecto a las diferentes edades, la reserva de espacio para correr, las velocidades y las alturas de los muchachos. Toda una sociología y una antropología está encerrada en este vacío. También toda una arquitectura.
Tras la segunda guerra mundial, Aldo van Eyck despliega sobre cientos de esos jirones olvidados de Ámsterdam la magia de esos campos de juego. Generaciones se han beneficiado de una relación con la calle y con sus semejantes posibilitada por esos espacios. No se me ocurre mejor ejemplo para mostrar la capacidad de la arquitectura para entrenar sin rencor en el ejercicio del habitar la ciudad.